El regreso del técnico serbio al Barça ha devuelto el gen competitivo a los jugadores blaugranas. Dos Copas del Rey ante el Real Madrid y el liderato de la ACB en apenas un año, han traído de nuevo la ilusión tanto al equipo como a la afición de que el éxito es posible.
Dicen que los milagros no existen o eso quieren hacer creer. En el baloncesto sí que se producen. Después de que la época dorada de Xavi Pascual se terminase, la depresión y el abatimiento se convirtieron en el principal espejo del alma tanto de la plantilla como del público culé. Mientras el eterno rival cosechaba Ligas, Copas o Euroligas un año sí y otro también, el Barça se resignaba a verlo todo desde la distancia. El Madrid estaba a años luz.
La vieja escuela ha funcionado muchas veces y, en ocasiones, es preciso regresar al pasado para avanzar después. Pesic ya hizo historia con el Barça en 2003, año en el que cosecharon el triplete con la primera Euroliga de su historia por medio. Él fue el responsable de convertir a los culés en el dominador del continente. Ahora va camino de repetir la historia por segunda vez.
Un equipo en caída libre sin opciones de nada
La era Xavi Pascual tocó a su fin. El Real Madrid se hizo dueño de la hegemonía del baloncesto en España. Georgios Bartzokas no fue capaz ni siquiera de llevar al equipo a una final ni de clasificarlo para el Top 8 de la Euroliga. El griego fue destituido a final de temporada. Para la campaña siguiente, Sito Alonso adquirió las riendas del equipo.
Los resultados fueron nefastos. El equipo se volvió a quedar sin opciones de clasificarse entre los ocho primeros de Euroliga. Después de 40 partidos con un balance de 21 derrotas y de 19 victorias, el madrileño tuvo que hacer las maletas. Esta dinámica de resultados se convirtió en la peor racha de los últimos 41 años.
El Barça se convirtió en un equipo frágil y vulnerable en estas temporadas. Nada hacía presagiar que los culés volverían a ser un equipo competitivo, al menos, a corto plazo. Craso error. Un hombre ya retirado y emblema de los banquillos regresó para resucitar a este equipo.
Doble corona Copera en un año
Quince años después de conseguir con el Barça la gesta del triplete, Pesic regresó al comando del equipo azulgrana y, contra todo pronóstico, al cabo de una semana su equipo conquistó la Copa del Rey en Gran Canaria ante el Real Madrid. La gloria regresó a tierras culés y, si bien es cierto la situación en Liga y en Euroliga no se pudo remediar, la confianza para la presente temporada cambió drásticamente respecto a las anteriores.
La llegada de jugadores como Heurtel u Oriola no surtieron efecto hasta que Pesic tomó la dirección del equipo. La apatía y la resignación dieron paso a la ilusión y a la fortaleza. Esta temporada el Barça se está mostrando como candidato a todo y en ciertos momentos intratable. Hace apenas nueve días que revalidaron el título de Copa, de nuevo ante el Madrid, en la que posiblemente fuese la mejor final de la historia.
Además de todo esto, el Barça es líder de la ACB y está cerca de, esta vez sí, clasificarse para los cuartos de final de la Euroliga. Queda mucha tela por cortar y los jugadores mantienen los pies en el suelo, pero mientras tanto, el milagro continúa.
