LeBron James ha superado a Michael Jordan como cuarto máximo anotador de la NBA. El pívot de Los Ángeles Lakers no pudo, aún así, dar la victoria a su equipo pese a los 31 puntos que le catapultan hacia un nuevo récord personal.
Con la anotación del encuentro pasado, que enfrentaba a los Lakers con Denver Nuggets, James ya suma 32.311 puntos en total a lo largo de toda la competición. Cuando ‘Air’ se retiró de las canchas de baloncesto casi nadie en este mundo se atrevía a poner en tela de juicio el legado del considerado mejor jugador de todos los tiempos.
Hasta que irrumpió con fuerza el de Ohio. LeBron ha ido aumentando su leyenda paso por paso desde que apareciera en las filas de Miami Heat y se consagrara bajo los focos de la franquicia de Cleveland Cavaliers. Con tres anillos en su haber -dos con Miami y uno con Cleveland- LeBron decidió el pasado verano firmar uno de sus últimos grandes contratos como profesional.
LeBron James, durante un partido. Foto: nba.com
A partir de ahora, por delante en el histórico de anotadores le esperan Kobe Bryant, quien le saca poco más de mil puntos. Por encima, Karl Malone con sus 36.928 cierra el segundo lugar. Y encabeza la clasificación de manera intratable desde su retirada, Kareem Abdul-Jabbar con 38.387 puntos.
‘Proyecto estrella’ por ‘estrella’
El proyecto de Los Ángeles Lakers resultaba apetecible para una leyenda ya asentada de la competición. Qué mejor para acercarse a los seis anillos de Jordan que de la mano de una de las franquicias más laureadas de la NBA. El núcleo de la plantilla del Oeste es joven pero prometedor. Jugadores como Ingram, Lonzo, Kuzma… están llamados a irrumpir con fuerza en la competición. Sin embargo, faltaba la figura de un referente. Y esa la encontraron en LeBron.
El pívot es consciente de que sin él el potencial anotador de su nuevo equipo se resentiría una barbaridad. Tras un primer toque de atención de LeBron a su equipo a principio de temporada, el resto del curso, hasta semanas antes del parón por el All-Star, transcurrió con relativa calma y aparente normalidad gracias al aporte del ’23’. El equipo se encontraba metido entre los ocho primeros y nada parecía presagiar algo negativo.
Lebron James,jugador franquicia de Lakers durante un partido de los de Los Ángeles. (nba.com).
Hasta que llegaron las temidas lesiones. Jugadores de la plantilla se iban resintiendo tales como Ingram, quien estuvo fuera en diciembre varias semanas; Lonzo Ball, quien aún continua con las tareas de recuperación; o Kyle Kuzma, quien pese a brillar en el fin de semana de las estrellas, contra Milwaukee y Phoenix tuvo que retirarse con molestias.
El frenazo del ‘Rey’
Pero sin duda el gran estacazo lo recibió el equipo tras la baja de LeBron a mediados de temporada. El jugador acusó el enorme ritmo marcado este año en la Conferencia Oeste. Una distensión en la ingle le apartó durante casi 20 partidos en los cuáles los Lakers terminaron por desmoronarse.
Ahora, tras la reincorporación de James, comienza una cuenta atrás en la que los aficionados locales esperan no sea demasiado tarde. El equipo marcha décimo de conferencia, fuera de los Play offs a 5,5 puntos del octavo puesto y sin la recuperación total de otro jugador importante como Lonzo Ball.
