La historia de Jokić es la historia de un chico que por alguna razón estuvo en el lugar oportuno y en el momento justo para cambiar su vida por completo.
Nos situamos en 1995, Sombor, República Federal de Yugoslavia, hoy en día, Serbia. En plena guerra de los Balcanes y una ciudad azotada por la violencia nace Nikola, el pequeño de los Jokić.
Según él mismo relataba, incluso a las nueve de la mañana todo era oscuridad, no había luz y la tarde era muy corta. El jugador también contaba como su madre no le dejaba salir solo de casa y tenía que ir siempre acompañado por sus hermanos.
Y fue todo ese tiempo con sus hermanos el que acabó haciendo que un chico aficionado al fútbol se enganchase al baloncesto.
Sus inicios en el baloncesto
Así es como comienza su aventura en este mundo, un chico que no tenía un gran interés por el deporte y que no tenía ni forma física ni afán por tenerla. En su equipo pronto comenzó a destacar por su talento, pero su ética de trabajo brillaba por su ausencia. Jokić dijo que antes de jugar «se cuidaba» y no bebía Coca-Cola, pero después del entrenamiento llegaba a beber tres litros. Todo esto dividía a los ojeadores e incluso llevaba a críticas en los informes tachándole literalmente de obeso y con expresiones como «no puede hacer una flexión, ni siquiera puede saltar». Aún así llamó la atención de varios equipos de Serbia y consiguió obtener su primer contrato en 2013.
El comienzo como profesional
Poco a poco se labró un nombre junto a su compañero y a dia de hoy viejo conocido de la Euroliga, Vasilije Micić. Jokić acabó convirtiéndose en el mejor jugador de su equipo y de la liga, conquistando cada vez a más aficionados en su país. Consiguió apalabrar un gran contrato con el Barça, pero en su último partido jugó realmente mal y el equipo catalán se acabó echando atrás. A pesar de sus dudas tras lo ocurrido al acabar la temporada; su familia, equipo y representante lo convencieron para presentarse como elegible en el draft de 2014, una decisión que, en definitiva, cambiaría su vida.
Durante el verano no levantó grandes expectativas. Aunque a varios equipos les gustaba su perfil de pívot con capacidad de tiro exterior y gran habilidad como pasador, su problema seguía siendo ese físico que no terminaba de convencer. Los mocks del draft lo situaban como una elección tardía de primera ronda o de segunda.
La noche del 26 de junio de 2014 fue seleccionado por los Denver Nuggets en la posición número 41 de la segunda ronda. Como ya es costumbre en esta historia, el serbio seguía siendo un jugador más y nadie en Denver imaginaba que esa elección iba a ser tan determinante a día de hoy.
Estuvo una temporada más jugando en Serbia antes de firmar por los Nuggets, ahí fue cuándo los de Colorado se dieron cuenta de su potencial, promediando más de 15 puntos y 10 rebotes, jugando como nunca y siendo el MVP de la liga. Nikola estaba listo para dar el gran salto y cumplir el sueño americano.
El salto a la NBA
Una vez llegó a Denver le tocó esperar su oportunidad, pero él sabía que tarde o temprano llegaría, fue en su duodécimo partido cuando disputó más minutos hasta el momento, a pesar de haber salido desde el banquillo. Jokić no desaprovechó esa oportunidad y dió su primera gran lección de baloncesto frente a los Spurs, anotando 23 puntos y atrapando 12 rebotes.
El primer doble-doble de su carrera NBA le valió para ganarse la titularidad la siguiente noche. Consiguió hacerse con su hueco durante un mes, pero una serie de malos partidos lo devolvieron de nuevo al banquillo. Poco más de un mes después se consolidó definitivamente como parte del quinteto inicial de los Denver Nuggets. Nikola terminó una fantástica temporada como rookie entrando en el primer equipo de novatos de la liga y conviertiéndose oficialmente en una de las mayores promesas de la misma.
La progresión en la liga
Las siguientes temporadas el progreso continuó y se convirtió en una de las caras de la franquicia. Tomando más importancia cada partido que pasaba hasta ser una superestrella del baloncesto mundial. Sus asistencias propias de un base, su IQ a otro nivel, su gran juego en el poste a pesar de no ser nada atlético; todo eso sumado a su forma de ser tan natural y bromista hacen del «Joker» un jugador único y que cae tan bien al público. Como el mismo dijo: «Soy un base atrapado en el cuerpo de un pívot«
Este año Nikola Jokić ha disputado sus primeros playoffs y nos ha dejado actuaciones memorables a pesar de haber caído en las semifinales de conferencia frente a Portland.
Poca gente creyó en él, quizás ni él mismo creyó que podría algún día dedicarse a esto del baloncesto. Cuando creía haber perdido la oportunidad de su vida en realidad la vida le brindó otra oportunidad que realmente sería la definitiva. Está claro que la historia de este chico está prácticamente en blanco y solo un par de páginas están escritas en su libro, que, si el destino lo permite, acabará marcando un antes y después en la historia.
Nikola Jokić, el ejemplo de que cuando una puerta se cierra, otra se abre.
