El Athletic Club elimina en Cuartos de final de la Copa del Rey al FC Barcelona. Iñaki Williams anotó en el minuto 93′ para hacer explotar San Mamés.
San Mamés se ponía bonito como las viejas noches coperas. Casi 50.000 almas arroparon al conjunto de Gaizka Garitano en su pase a semifinales. Una forma de hacer fuerte a un Athletic que se enfrentaba al equipo que más veces le ha eliminado de la competición, incluyendo tres finales. Sin embargo, los jugadores rojiblancos no salieron a morder tras el pitido inicial. El planteamiento de los locales fue muy conservador. Conscientes de que la eliminatoria podía tener su desenlace en la prórroga como en las anteriores citas. Los rojiblancos no quisieron arriesgar y plantearon un 3-4-2-1 donde Capa, Yeray, Núñez, Iñigo Martínez, Yuri, Dani García y Vesga, debían estar implicados en tareas defensivas. Mientras que Williams, Raúl García y Muniain, esperaban su ocasión de ataque al contragolpe.
Por otro lado, Quique Setién no arriesgo en la formación, ya que apostó por un 4-3-3. Pero si que se atrevió a dejar en el banquillo a un Griezmann que venía siendo importante en la competición. En cuenta del francés alineó en una plantilla escasa de atacantes a Sergi Roberto, acompañado de Ansu Fati en el otro extremo y con Leo Messi en la punta de ataque. Mientras que el centro del campo lo formaban Busquets, De Jong y Rakitic.
Dominio absoluto de color azulgrana
En este nuevo formato de Copa del Rey, ya ha quedado demostrado que ninguno de los dos equipos tiene tiempo para especulaciones, ambos técnicos lo sabían y plantearon partidos totalmente distintos. El Athletic se limitaba a presionar en la salida de balón del equipo culé. En el transcurso de la primera mitad, sólo tuvieron opciones en las imprecisiones de los de Setién. A excepción de un tanto de Williams anulado por fuera de juego, no hubo peligro en la portería de Ter Stegen.
A pesar de no contar con Griezmann, un Barça comandado por Messi y Ansu Fati, pudo adelantarse en dos ocasiones antes de llegar a los 10′. Los culés supieron hacer frente a la presión de los leones y a todo el ambiente que rodeaba el terreno de juego. Y como es costumbre, se adueñaron del balón con posesiones largas, buscando a sus atacantes con balones aéreos, los cuales eran apoyados por Rakitic y De Jong a la hora de moverse ofensivamente. Las tres puntas del ataque azulgrana estuvieron bien. Messi ejercía de líder, Ansu Fati puso el atrevimiento y Sergi Roberto se mantuvo activo. El español demostró que se entendía a la perfección con el argentino en labores ofensivas.
Leo Messi encarando a Unai Núñez | @FCBarcelona_es
El Athletic no quiso perdonar como el Barça
En la segunda mitad, el Barcelona compitió de la misma forma. Setién decidió cambiar a uno de sus atacantes, y el sacrificado fue el jugador de origen guineano, para dar entrada a Griezmann. Un cambio que no se terminó de entender, ya que Fati estaba siendo uno de los mejores del encuentro. El francés también ejerció un gran papel en el campo contrario, tanto por la banda como por dentro era un peligro para el rival.
Si por algo se caracteriza esta Copa del Rey, es porque nadie te va a regalar una eliminatoria a partido único. El Barça estaba perdonando, a los culés les faltaba el último pase y cierta precisión en el remate. Los últimos diez minutos de encuentro fueron infernales para los de Setién, ya que sucedieron unas acciones claves en la eliminatoria. Los visitantes sufrieron una baja importante en el centro de la defensa, Gerard Piqué acabó lesionado y tuvo que entrar Umtiti en el 80′. A falta de tres para el final, Messi tuvo una oportunidad que pudo acabar con la eliminatoria, después de que Arthur metiera un balón entre seis rivales, el cual era medio gol, pero el lanzamiento del argentino se estrelló contra Unai Simón.
El conjunto local se vio encerrado en gran parte del partido. Los de Garitano supieron sufrir, fueron pacientes y aguantaron hasta tener su oportunidad. Tuvieron muy pocas ocasiones, pero ya venían avisando desde el minuto diez que no perdonarían. Y así fue, el Barcelona pecó por excesiva clemencia y el gol llegó en el último minuto de partido, sin la más mínima oportunidad de respuesta. Tras un magnífico centro de Capa, Williams se convirtió una noche más en el héroe rojiblanco, como ya lo hizo en anteriores eliminatorias. Mientras que el Barcelona no ha marcado ni ha ganado a los vascos desde que Garitano está al frente de la plantilla.
Si por algo se caracteriza la competición del conjunto rojiblanco, es por la épica. El Athletic Club ha logrado llegar a semifinales después de verse prácticamente eliminado en sus últimas eliminatorias. Contra el Elche tuvo que remontar una agónica tanda de penaltis, después de que los leones estuvieran a dos tantos de desventaja; mientras que en Tenerife, tras ponerse detrás del marcador durante todo el partido, los de Garitano remontaron en penaltis; por último, supo deshacerse en el añadido de un FC Barcelona que le tuvo entre las cuerdas durante gran parte del partido. El Athletic se lleva una eliminatoria tras un duelo de reyes de copas y estará en la ronda previa a la final con el Mirandés, Granada y Real Sociedad. Desde 2003 no se ven unas semifinales en las que no aparezcan Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Valencia.
La plantilla del Athletic celebrando el pase a semifinales ante los 50.000 aficionados rojiblancos | @Athletic_en
FICHA TÉCNICA
Athletic Club: Simón; Capa, Yeray, Núñez, Iñigo Martínez, Yuri, Dani García, Vesga (Sanjosé, 65′), Raúl García (Ibai Gómez, 88′), Muniain (Aduriz, 76′) y Williams.
FC Barcelona: Ter Stegen, Semedo, Piqué (Umtiti, 79′), Lenglet, Jordi Alba, Sergio Busquets, De Jong, Rakitic (Arthur, 68′), Sergi Roberto, Ansu Fati (Griezmann, 57′) y Messi.
Goles: Iñaki Williams (1-0, 93′).
Árbitro: Martínez Munuera, del comité valenciano) Amonestó con tarjeta amarilla en el FC Barcelona a Semedo, Messi, Jordi Alba, Setién, De Jong, Piqué y Arthur. Mientras que por parte del Athletic Club a Yeray, Vesga y Dani García.
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Estadio de San Mamés ante 49.154 espectadores.
