Tras la eliminación copera el Real Madrid no consigue reponerse y se juega la temporada en una semana de grandes partidos.
La pasada temporada no fue buena para el Real Madrid. Cristiano Ronaldo, el máximo goleador histórico del club abandonaba la Casa Blanca y junto a él, el entrenador que tantas alegrías había dado en tan solo tres años.
La temporada comenzaba con la llegada precipitada de Lopetegui. El Real Madrid se precipitó en anunciar el fichaje y la federación prescindió de los servicios del vasco. Al ex-seleccionador se le prometió el fichaje de un goleador, un fichaje que nunca llegó. Con Julen el Madrid jugaba bien, pero no ganaba partidos. El Clásico en el Camp Nou le sentenciaba. Solari ocuparía su puesto con la etiqueta »provisional».
De nuevo en febrero el Madrid se jugaba la temporada, LaLiga era prácticamente imposible de ganar, pero estaba con unos octavos de final encaminados frente al Ajax y unas semifinales de Copa del Rey frente al máximo rival.
El Madrid no dio la talla, un 1-4 frente al Ajax sin su capitán y un 3-0 en Copa acabaron con el puesto de Solari en el Real Madrid.
Con la llegada de Zidane las cosas no cambiaron, pero se prometieron grandes cosas para esta temporada. Llegaron Rodrygo, Jovic, Mendy y Hazard, el galáctico que tanto se ansiaba en el Bernabéu.
Más de una similitud a estas alturas de temporada
Ahora las cosas son parecidas. Tras la eliminación copera frente al Levante, la nueva lesión de Hazard, la expusión de Ramos frente al City con un resultado de 1-3 y el clásico a la vuelta de la esquina, el Madrid se la juega a todo o nada en dos partidos. Si pierde estos encuentros los de Zidane pueden ir diciendo de nuevo adiós a la temporada en marzo.
Con la eliminatoria ante el Manchester City inclinada hacia los ingleses, de nuevo sin el capitán. Esta vez, fuera de casa los blancos volverían a caer en octavos de final tras haber ganado 3 veces consecutivas la competición y habiendo sellado la clasificación a las semifinales durante los últimos ocho años consecutivos.
El Clásico será distinto. Los locales dejaron al Barça líder la pasada jornada tras su derrota en el Ciudat de Valencia, y esta vez sólo dos puntos separan a ambos conjuntos. Si el Madrid ganara el Clásico podría agarrarse a un único clavo ardiendo, LaLiga.