Crónica del concierto de Tom Odell el pasado lunes 19 de noviembre de 2018 en la Sala Barts (Barcelona)
Un piano y Tom Odell, esa fue la primera imagen que vio el público que asistió el lunes 18 al concierto del artista británico en la Sala Barts de Barcelona. Con nada más que su rostro iluminado por la luz tenue de los focos, inició el show con Jubilee Road, balada que le da nombre a su tercer y último álbum de estudio.
Entre gritos y aplausos, Tom Odell cantó durante más de hora y media con su pequeña banda y su instrumento favorito: el piano. Desde que empezó a tocarlo con 7 años, al joven le cuesta imaginarse encima de un escenario sin él.
El cantante no tardó en acomodarse al lugar ni dudó en hablar con el público. I Know, Long Way Down y Sparrow son algunos de los temas que interpretó durante los primeros minutos de concierto. Combinando ritmos melódicos con temas más movidos llevó a lo más alto a los espectadores, quienes le gritaban piropos constantemente.
“Imaginad que estamos en el bar, escuchando el sonido de los vasos, el murmullo de la gente…”. Así introducía Can’t Pretend, una canción interpretada con energía. Rápidamente pasó al que es, probablemente, uno de sus temas más bonitos, Grow Old With Me. Tras un emocionante final con el artista subido al piano, se produjo uno de los momentos más emblemáticos del concierto. En Hold Me, Odell se acercó al público para que le sujetaran las manos mientras cantaba. Este fue uno de los muchos gestos que tuvo con sus seguidores a lo largo de la noche.

Fuente: Elena Domínguez – TimeJust
Antes del punto álgido del concierto, el cantautor interpretó Para Elisa de Beethoven y el himno de la paz, Imagine de The Beatles.
Y llegó la mítica. Los primeros acordes fueron suficientes para que el público reconociera Another Love. Después de algunos gritos, el silencio se apoderó de la sala para admirar la canción con la que Tom Odell se hizo un hueco en el mundo de la música en 2012.
La sorpresa llegó en los bises, donde el joven anunció que iba a cantar un tema que nunca antes había interpretado en directo, Still Crazy After All These Years. La balada pertenece a Paul Simon, uno de los artistas que ha inspirado al joven en su carrera artística.
Magnetised fue la canción de cierre del concierto, que acabó con una espectacular estampa: el artista de pie encima del piano. Una estampa contraria a la del calmado Tom Odell del principio, pero que, al fin y al cabo, no deja de ser lo mismo: un piano y Tom Odell.

Fuente: Elena Domínguez – TimeJust
