El grupo madrileño Sidecars actuó la noche del viernes en el Teatro Cervantes de Málaga. Fue el último concierto en España de la gira Teatro Tour, con la que presentan Cuestión de gravedad.
Sidecars son una banda con 15 años de carretera y conciertos. Un proyecto de amor a la música que surgió entre amigos y que poco a poco empezó a ocupar el lugar que merecen. Este año han girado por teatros para presentar su último trabajo, Cuestión de gravedad (Warner, 2017). Su paso por Málaga quedará en la memoria de muchos de los asistentes, pero también en la de la banda, que dejó claro que lo de esa noche fue increíble.
A eso de las 20 h, varias personas esperaban en el hall del Teatro Cervantes con un botellín de cerveza en la mano. También había quien tenía alguna cámara, un bloc de notas y muchas ganas de escuchar música.
En los pasillos de este gran espacio cultural de Málaga, la gente buscaba su asiento, charlaba. En eso de que vas un momento al servicio te puedes encontrar hasta al batería de M-Clan. Coki Giménez es un tipo que ha dado muchos golpes detrás de artistas como Fito, Amaral o Dani Martín. Y, al igual que muchos allí, esa noche estaba en el pasillo del Cervantes buscando su asiento para vivir eso de que un concierto puede ser Cuestión de gravedad.
Inicio del concierto de Sidecars en Málaga / Fuente: Miguel Pinto (@guelpv)
Sidecars se preparaba para salir a escena. Con todas las luces del teatro apagadas, un gran corazón proyectado en la pantalla latía al ritmo de los otros más de 1.000 que había en la sala. Unos segundos después, comienzan a salir al escenario seis músicos armados de instrumentos. Sidecars son Juancho (guitarra y voz), Ruly (batería) y Gerbass (bajo). Vienen acompañados de otros tres músicos: Sergio Valdehita (teclados), Pedro Mallén (guitarras) y Ramiro Nieto (percusión).
Dr. Gerbass, Ruly y Juancho (miembros fundadores de Sidecars) / Fuente: Miguel Pinto (@guelpv)
Un arranque íntimo y acústico, que rompe cuando la batería de Ruly golpea un ritmo que el público no tarda en aplaudir al son de la caja. Cuando caigas en shock (Cuestión de gravedad, Warner 2017) es el tema escogido para comenzar esta noche de música. La tormenta (Contra las cuerdas, Warner 2016) hizo cantar a todo un teatro en el que había gente de todas las edades.
Sidecars en Málaga / Fuente: Miguel Pinto (@guelpv)
Y es que había jóvenes, mayores, niños… Hasta el propio Juancho homenajeó a esos padres que llevan a sus pequeños a conciertos: «No todos pudimos ir de tan peques a conciertos, gracias por esa lección de educación y cultura».
Lo que se veía en el escenario era una auténtica fiesta. Era un concierto especial, el último antes de partir a México para cerrar esta gira. Se podía observar el buen rollo y el compañerismo entre los músicos. Esos «duelos» de punteos de guitarra acústica y eléctrica entre Juancho y Pedro y la energía de Ramiro en la percusión. Muy pocas veces se ve a un percusionista tan entregado que hasta la pandereta la hacía sonar con su cabeza.
Ramiro Nieto, percusionista de Sidecars / Fuente: Miguel Pinto (@guelpv)
Ya bien entrado el concierto, la banda se atrevió con una improvisación instrumental que derrochaba energía con sonidos funk. Los sintetizadores de Sergio recordaban a esa Superstition del gran Stevie Wonder.
El blues y el rock clásico americano también tuvieron protagonismo. Varias improvisaciones se sirvieron de estos sonidos para enlazar canciones de un repertorio que avanzaba rápido. «Nadie dijo que no se podía hacer rock and roll en un teatro», dijo Juancho. El potente sonido de los madrileños puso en pie a todo un teatro, rendido a la gravedad de su música.
Juancho, cantante de Sidecars / Fuente: Miguel Pinto (@guelpv)
El concierto atravesaba su recta final. Locos de atar, con una destacada energía eléctrica, continuó la euforia de un público totalmente entregado. Después llegó el turno para Fan de ti y Contra las cuerdas, el conocido tema que la banda canta con Leiva, hermano de Juancho.
Sidecars en Málaga / Fuente: Miguel Pinto (@guelpv)
Juancho acabó bajando al patio de butacas, donde improvisó con su Telecaster varios punteos eléctricos acentuados por pentatónicas de blues. La actuación llegaba a su fin, pero no podían despedirse sin hacer sonar ese genial Amasijo de huesos, dedicada por Juancho a su hermano Leiva. Un emocionante tema cuyo videoclip está hecho con fotos que los fans enviaron a la banda. El grupo quiso definir qué significan esas tres palabras que dan nombre a uno de sus temas más conocidos.
Amasijo de huesos: Dícese de aquella persona o ser vivo que amas sin medida, que hace que tu existencia tenga sentido y con quien más deseas compartir tu tiempo, tu espacio y tus buenos y malos ratos de humor. Novios, amantes, mascotas, maridos, padres, suegros, vecinos, hijos…
Con todo el Teatro Cervantes coreando ese Amasijo de huesos se cerró un concierto mágico. Una actuación que demostró esa fuerza de la gravedad de las canciones que consigue mover corazones. Boinas fuera, enhorabuena.
