Entre las candidatas a los Oscars de este año encontramos «La sombra del pasado», drama histórico firmado por Florian Henckel von Donnersmarck («La vida de los otros», «The tourist»), la cual nos relata una historia de gran carga emocional que es al mismo tiempo un homenaje al mundo del arte.
- Título original: Werk ohne Autor («obra sin autor»).
- Director y guion: Florian Henckel von Donnersmarck.
- Música: Max Richter.
- Fotografía: Caleb Deschanel.
- Reparto: Sebastian Koch, Tom Schilling, Paula Beer, Saskia Rosendahl, Oliver Masucci.
- Premios: 2 nominaciones a los Oscars (Mejor Película de habla no inglesa y Mejor fotografía; Nominación en los Globos de Oro (Mejor Película de habla no inglesa); Sección Oficial en el Festival de Venecia; Sección Oficial en el Festival de Sevilla.
Argumento
La Sombra del pasado nos presenta a tres personajes principales y relacionados entre sí, siendo Kurt Barnert (Tom Schilling) el central y el primero que se nos presenta, aún de niño, en plena Alemania nazi. El pequeño demuestra un gran talento y sensibilidad para el arte, el cual es fomentado por su querida tía. Pronto su familia se ve afectada por la crueldad del régimen de Hitler, cuando se pone en marcha un programa de eutanasia destinado, supuestamente, a purificar la raza. Entra en escena el segundo personaje clave, el profesor Carl Seeband (Sebastian Koch), el cual es responsable directo de la desgracia.
Fotograma de la película
Con el paso del tiempo, ya finalizada la guerra y en pleno régimen comunista en la Alemania Oriental, Kurt empieza a asistir a la academia de arte. Es allí donde conoce a nuestro tercer personaje principal, Elisabeth (Paula Beer). Ambos jóvenes se enamoran y comienzan una relación, la cual cuenta con la manifiesta desaprobación del padre de Elisabeth, el cual, sin ninguno de los tres saberlo, es una figura clave en el trágico pasado de Kurt.
La historia se basa en buena parte den la vida del artista Gerhard Richter, el cual posee varios rasgos en común con Kurt, tanto biográficos como a nivel artístico. La narración es un torbellino emocional; se nos muestra el lado más cruel de la realidad, sin escatimar en escenas crudas, directas y sinceras. Pero también da a entender que, a veces, es posible encontrar la belleza, incluso, tal vez, en los mismos traumas que el mal del mundo causó. Kurt busca una verdad en su arte, la cual solo encuentra cuando le sugieren que se pregunte qué es él, cuando busca en su pasado para sacar su auténtico ser y representarlo sobre el lienzo. Paradójicamente, esas heridas acaban golpeando al monstruo que las ocasionó.
Fotograma de la película
Opinión
No es nada fácil lograr que, a lo largo de más de tres horas de metraje, el espectador no aparte nunca la mirada, tal y como le aconsejaba a Kurt su tía. Puede que sea la belleza de la fotografía, lo sugerente de la banda sonora, o puede que la propia historia atrape por sí sola. Puede que sean todos los elementos que se combinan para mantenernos hipnotizados y pendientes del desarrollo de los hechos.
Lo más destacable, lo que más permanece tras el visionado de la película, es esa certeza de haber pasado en ese rato por una gran variedad de emociones. La sombra del pasado nos lleva de la tristeza a la alegría, a la desesperación, la ira y la calma.
No es la «típica película para nazis», y de hecho, el período nazi ocupa una ínfima parte del metrahe y solo es encarnada por el despreciable personaje del profesor Seebard (magníficamente interpretado por Sebastian Koch). Al contrario, y pese a mostrar de forma explícita imágenes de la guerra y el sufrimiento generado por esta, La sombra del pasado es más un estudio de los personajes, de las frustraciones y quebraderos de cabeza que conlleva el espíritu creativo y de esas creaciones como camino para encontrar la verdad y la belleza en un mundo de oscuridad y perversión. Es, en resumen, un canto a la esperanza y a la libertad de cada individuo para ser lo que en el fondo es, sin tapujos y sin miedos.
Fotograma de la película
Estreno en España: 5 de abril
