El oro puede ser una de las mejores opciones para invertir de forma segura.
La turbulencia de los mercados financieros hace del oro una buena alternativa de inversión. El oro a diferencia de monedas y valores tiene una oferta limitada. El oro es una buena forma de controlar la inflación, con una onza de oro puedes comprar lo mismo que hace 100 años.
Comprar oro te asegura mantenerte fuera del sistema financiero, por lo tanto, es un producto con poco riesgo. La privacidad al no tener que informar al estado del oro que posees te prevé de reservas para una futura crisis. Al considerarse productos de inversión las monedas y lingotes están exentos de IVA. Por lo tanto, a la hora de venderlo el oro no pierde valor y no perderemos el dinero pagado en impuestos. Seguro que han paseado por las calles del centro de la capital española y han visto muchos carteles de Compro oro en Madrid Sol.
Pero comprar oro tiene algunas desventajas. Los precios de compra suelen ser mas alto que el de venta, debido al margen comercial que se suele situar en un 4-6% del valor del oro. La dificultad de guardar el oro y la inversión que puede suponer, tener oro en casa no es lo más recomendable y por ello deberemos buscar cajas fuertes o depósitos donde guardarlo a buen recaudo.
Cómo vender tu oro
Lo más importante es conocer el porcentaje de oro que contiene el objeto que se quiere vender. Lo mejor es acudir a un establecimiento especializado en la compraventa de oro. Ellos se encargarán de establecer el peso del oro y proponerte una oferta de compra.
Para evitar engaños debemos informarnos de las cotizaciones diarias del oro para conocer el precio de mercado. Si eres un inversor en oro lo mejor es guardarlo a largo plazo. El precio del oro oscila diariamente, pero a largo plazo crece, por lo tanto, es mejor guardar el oro el mayor tiempo posible.
Para formalizar la transacción el vendedor de las piezas de oro tendrá que identificarse mediante el DNI, pasaporte (en el caso de ciudadanos extranjeros) o NIE (extranjeros con residencia en España). Respecto a la forma de cobro, lo más aconsejable es recibir el pago mediante transferencia bancaria. Para ello el vendedor debe aportar un justificante que acredite que es el titular de la cuenta. Si no fuera posible, hay que tener en cuenta que el importe máximo que se puede abonar en metálico es de 2.500 euros.