Los edificios que han sido declarados “ruina urbanística” son los pertenecientes a las calles Presa (número 4) y Rafael Alberti (número 1 y 3). Los residentes de dichas viviendas recibieron un documento que le informaba del estado de sus viviendas.
Desde la apertura de la línea 7B del metro se han producido cortes en la misma en al menos siete años. Estos problemas vienen derivados de los citados edificios que se encuentran en esa zona, debido a grietas y humedades. Ahora los vecinos tendrán que esperar a la “rehabilitación, demolición o reconstrucción por parte de la Comunidad de Madrid”, como recogía el documento entregado.
David Pérez, consejero de Transportes e Infraestructuras, se reunirá con la asociación de vecinos afectados para tratar los problemas que se están generando. Eloy Rodríguez, portavoz de la citada asociación, aseguró que llevaban “casi 14 años sin tomar ninguna medida”, pese a que les hicieron llegar un informe gráfico y un estudio hidrogeológico.
Actualmente, la consejería de Transportes e Infraestructuras realiza trabajos de auscultación. No son lo únicos, ya que desde Metro de Madrid también se está realizando un seguimiento para garantizar la seguridad.