El barrio de San Fermín ya cuenta con una nueva biblioteca. José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, han sido los encargados de inaugurarla.
Tras varios años de peticiones, los vecinos del barrio del distrito de Usera han conseguido la Biblioteca Pública Municipal de San Fermín. El nuevo espacio cultural nace tras un innovador proceso participativo. De hecho, los vecinos se sumaron al grupo de trabajo de técnicos municipales para contribuir al diseño y definición del equipamiento.
A la inauguración de dicha biblioteca han acudido entre otros, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís. Almeida ha querido hacer un homenaje a los residentes de la zona que nunca “dejaron de soñar con poder tenerla”. A su vez, Villacís también ha tenido unas palabras y la ha calificado de “biblioteca histórica precisamente por su ausencia, una biblioteca que es un triunfo porque es la culminación de una lucha vecinal que se ha mantenido viva durante décadas”.
Además de Almeida y Villacís también han acudido la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy; los concejales de Vivienda, Álvaro González, y de Internacionalización y Cooperación, Santiago Saura; la concejala de Usera, Loreto Sordo, y los representantes de los grupos municipales, para entregar a la directora del nuevo centro los libros elaborados por la Asociación de Vecinos San Fermín para el fondo de la biblioteca.
Un diseño diferente
La construcción de esta biblioteca ha supuesto una inversión de cinco millones de euros que se enmarca en el Plan Estratégico para la Red de Bibliotecas Públicas municipales. Dos de estos millones provienen de los fondos Feder.
Este edificio constituye una de las bibliotecas más grandes de la ciudad con una superficie de 2.500 metros cuadrados. Dicha biblioteca se encuentra ubicada en la avenida San Fermín número 10. Las instalaciones satisfacen las necesidades de todos los tipos de usuarios. Consta de cuatro plantas repartidas en función del ruido, de mayor a menor intensidad. De esta manera, podrá garantizarse la convivencia entre las distintas franjas de edad. Hay una sala infantil y beboteca, una juvenil, espacios comunes, equipamiento tecnológico, etc.
Además, en cuanto a la sostenibilidad, ha sido construida de tal manera que genera la energía para mantener su propia actividad y reducir la huella energética mediante paneles fotovoltaicos instalados en el tejado. Por tanto, es un edificio con un consumo de energía casi nulo.
