Cambiar de nariz ahora es posible sin tener que entrar en un quirófano gracias a la rinomodelación.
El aspecto de la nariz es algo muy importante para muchas personas, tanto es así, que en España se realizan anualmente 18.000 rinoplastias. Sin embargo, actualmente hay otro método que modifica la forma de la nariz sin someterse a ninguna operación, utilizando ácido hialurónico. Ahora, la rinomodelación Bilbao es una realidad.
¿Qué es la rinomodelación?
La rinomodelación a diferencia de la rinoplastia, es un tratamiento no invasivo que permite mejorar el aspecto de la nariz, pero de manera temporal. Es una técnica que consiste en la infiltración de ácido hialurónico para mejorar la curvatura del puente de la nariz o del perfil y para corregir la orientación de la punta de la nariz.
Sin embargo, es necesario acudir a un cirujano plástico o médico estético para que evalúe si se es apto para este tratamiento o es necesario pasar por quirófano. Además, es importante mencionar que el coste es inferior que el de la rinoplastia porque esta última ofrece resultados permanentes.
¿Cuánto tiempo dura?
Este método no invasivo que está tan en tendencia aporta resultados inmediatos, pero no duran eternamente.
La durabilidad de este tratamiento dependerá de la calidad de los ácidos hialurónicos y por tanto, del precio. Los productos de gama baja aportarán un resultado poco notorio y durarán entre dos y tres meses con un precio que oscila entre los 150 y 200 euros.
Sin embargo, si se opta por ácidos de calidad, es decir, de gama alta, los resultados serán mayores, al igual que el precio que ascenderá hasta los 350 o 500 euros. La duración también será mayor, los efectos del ácido durarán hasta los 18 o 24 meses.
¿Cuál es la mejor opción?
Elegir entre rinoplastia o rinomodelación dependerá del paciente, del cirujano o médico y de la propia nariz. Para la rinomodelación es necesario cumplir ciertas características, entre ellas que los defectos no estén muy marcados porque es un proceso de estilización sin complicaciones que consiste en rellenar las partes de la nariz con productos biocompatibles, para después poder moldearla como se desee.
Por el contrario, si se está buscando un cambio más notorio y permanente es preciso optar por la cirugía permitiendo mejorar tanto el tamaño y la apariencia como los problemas de respiración del paciente.
Por tanto, a veces con la rinomodelación no se pueden conseguir importantes cambios como con la cirugía, pero esta técnica permite evitar el bisturí y el doloroso postoperatorio.
