Los maquinistas de Renfe convocan una huelga para los próximos días 16 de febrero y 2, 3, 9 y 10 de marzo con el objetivo de denunciar los recortes de plantilla y el escaso mantenimiento de los trenes que, según los trabajadores, provocan que el servicio ferroviario no se venga prestando con normalidad.
El Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF) denuncia el colapso del servicio ferroviario, que “cada vez se está haciendo más perceptible e insoportable”, y culpa a la dirección de Renfe de retrasar de forma deliberada el ingreso de nuevos trabajadores, que hace que “no exista personal suficiente para hacer frente a la circulación del número de trenes programados diariamente”, provocando así la pérdida de más de 700 puestos de trabajo.
Asimismo, los maquinistas también denuncian el escaso mantenimiento y la poca vigilancia de los convoyes, causa de que cada día crezca el número de trenes que no estén en condiciones técnicas y de seguridad para prestar el servicio. Además, el sindicato de maquinistas acusa a Renfe de transgredir de forma continuada los derechos laborales al coaccionar a los trabajadores “para que trabajen en turnos que no les corresponde”.
Ante los retrasos producidos en el servicio ferroviario de la Comunidad de Madrid, Renfe manifestaba en su perfil de Twitter que estos incidentes están causados por una “huelga de celo” de los propios trabajadores, algo que desde el sindicato se niega rotundamente.
Debido a la huelga de celo de maquinistas, se están produciendo demoras y aglomeraciones en casi todas las líneas de Cercanías Madrid.
— Cercanías Madrid (@CercaniasMadrid) February 1, 2021
Renfe pide disculpas y denuncia esta actitud irresponsable que perjudica seriamente a los usuarios.
Desde la dirección de la Red Nacional de Ferrocarriles volvían a cargar contra los trabajadores, argumentando que éstos han imposibilitado la formación práctica de nuevos aspirantes a maquinistas lo que, sumado a los retrasos provocados por la situación epidemiológica, ha ralentizado la ampliación de la plantilla de trabajadores.
El conflicto laboral viene de lejos
La lucha entre la operadora ferroviaria y el sindicato de maquinistas se remonta hasta la firma del II Convenio Colectivo de Renfe, aprobado por CC. OO. y UGT con la abstención de CGT y el voto en contra de SEMAF por la aspiración de que todos los maquinistas cobrasen la prima variable de producción, sin vincularse ésta a la producción realizada, además de sumar los trayectos cancelados como consecuencia del estallido de la pandemia de COVID y el decreto del confinamiento domiciliario.
Todo después de que se planease la posibilidad de que se lleve a cabo una liberalización de los trayectos con escasa demanda, algo que desde el SEMAF consideran «una agresión clara al colectivo ferroviario y a la sociedad». Desde el sindicato también denuncian una clara falta de proyecto de la actual dirección de Renfe y el abandono del ferrocarril convencional.
Por ello, SEMAF denuncian «que se esté llevando a cabo el desmantelamiento del sector público ferroviario, abocándolo a la privatización encubierta». Por ello, señalan que «intentar hacer negocio con lo público cuando se trata de un sector esencial muestra su incompetencia en la gestión de servicios públicos esenciales».
