A día de hoy, para muchas personas el hecho de que una revista de juguetes divida sus secciones en “juguetes para niños y juguetes para niñas”, les es indiferente. Otros, están en completo desacuerdo con dicha distribución de los productos. Pero el problema es mucho más trascendental de lo que se puede llegar a pensar.
Se ha de partir de una base en la los primeros conocimientos, formas de actuar y educación se adquieren en la niñez. De ahí la importancia de hacer ver a los más pequeños que no importa el color o la temática del juguete que escojan, si es lo que realmente les hace felices. Los niños y las niñas pueden visita babycoches y encontrar una gran variedad de juguetes. Dividir la revista en dos partes (una azul y una rosa) es un indicio clave para que los niños se vean limitados desde una temprana edad, y eso es lo que se debe evitar. Si se consigue que un niño en lugar de decirle a una chica: “no, tú no puedes jugar con eso, es de chicos”, le diga “¿podemos jugar juntos?” y viceversa, esto pasará a ser un problema menos en la sociedad.
También influye en gran medida la educación que reciben de casa. Si desde tan pequeños piden regalos por Navidad y el padre o la madre le dicen que mejor elija otra cosa, que lo que han escogido no es para chicas, o no es para chicos, es un error por parte de los mayores. Su cometido es actuar con total normalidad si, por ejemplo, un niño pide para Reyes un carricoche para muñecas.
Dejando claro desde pequeños que un chico puede ser un perfecto cocinero y una chica puede llegar a ser de las mejores jugadoras de fútbol, al llegar a una edad más avanzada no existirán tópicos sin fundamentos y no se llegará a problemas mayores. De igual manera, es mucho más divertido elegir un juguete entre 200 posibles que entre solo 100.
Ha habido campañas muy importantes como la iniciativa de Toy Planet, que publicó una revista de juguetes en la que los niños se intercambiaban los arcaicos roles de género. Los chicos jugaban con casas de muñecas y las chicas empuñaban pistolas de juguete. Al igual que esta, ha habido muchísimas campañas más para concienciar al mundo sobre lo correcto. Por supuesto que las chicas pueden seguir jugando con Barbie y los chicos con Hot Wheels pero lo ideal sería que ellos mismos lo eligieran sin estar condicionados ni por un color específico, ni por los padres, ni por nada. Simplemente ellos determinan con qué quieren jugar y quién desean ser.
Es cierto que hoy en día una gran cantidad de jugueterías seccionan sus revistas en función de otros criterios, como por ejemplo la edad o la temática del producto. Incluso muchas empresas condenan a otras por tener catálogos con roles de género a comienzos de 2022. Pero hace unas cuantas Navidades esto no era así. Cada vez se avanza más en conseguir una sociedad de igualdad entre hombres y mujeres, y pequeñas cosas como esta son determinantes en la conducta de los más pequeños y las bases que forjan sus personalidades.
Lamentablemente existen aún oportunidades para hablar sobre sexismo a través de algo tan inocente como los juguetes de los niños, y todo ello trae, como se ha recalcado con anterioridad, consecuencias negativas. Hay que seguir avanzando cueste lo que cueste.