Este domingo, la derecha españolista congregó en Barcelona a una multitud de manifestantes que alcanzó los 50,000 participantes, según la Guardia Urbana, y 300,000, según la organización principal, Societat Civil Catalana (SCC). Esta movilización, que no se veía en años, tuvo como objetivo denunciar las negociaciones de Pedro Sánchez con los independentistas para su investidura y expresar su oposición a la amnistía.
La presencia de líderes de partidos como el Partido Popular (PP) y Vox, tanto a nivel catalán como estatal, fue destacada en la protesta. Sin embargo, se notó la ausencia del Partido Socialista de Cataluña (PSC), que anteriormente había participado en manifestaciones de SCC hasta el año 2017. El lema de la convocatoria fue claro: «No en mi nombre. Ni amnistía ni autodeterminación».
Societat Civil Catalana optó por separar a la entidad de los políticos, aunque estos últimos no dejaron de hacer declaraciones a los medios antes de la manifestación. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, tachó la amnistía como una «cacicada» y una «decisión reaccionaria» que no busca la reconciliación ni la convivencia. Además, acusó al PSOE de buscar la presidencia del gobierno a través de los votos independentistas.
SCC compartió la visión de que la amnistía era una «compra de votos para una investidura» y pidió un pacto entre el PP y el PSOE para evitar la necesidad de apoyo de los independentistas. Se argumentó que fueron los dos principales partidos estatales quienes «descabezaron» el movimiento independentista en 2017.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no quiso tampoco faltar y mandó un mensaje a Pedro Sánchez, «quiere llevarnos a un callejón sin salida de forma tirana». Además, criticó la idea de cambiar el destino de la nación sin tener en cuenta al resto del país ni respetar las leyes.
Durante la manifestación, se coreó con fuerza el lema «Puigdemont a prisión», y en las pancartas se podían leer frases como «Pedro el dictador» y «España no se vende por votos». Elda Mata, presidenta de SCC, describió las posibles consecuencias de una ley de amnistía como «nefastas» y abogó por proyectos que unieran a la sociedad en lugar de dividirla. Además, comparó el proceso independentista con el fin del nazismo en Europa y criticó las concesiones a los independentistas en aras de mantener el gobierno.
Todos los discursos se realizaron en castellano y concluyeron con vivas a Cataluña, España y el rey. Ante las afirmaciones de que la manifestación iba «contra Cataluña», los portavoces se autodenominaron como catalanes, pero se notó un fuerte énfasis en el himno de España frente al Cant de la Senyera al finalizar el evento.
La fecha de la protesta coincidió con el sexto aniversario de la manifestación más multitudinaria de SCC, que tuvo lugar el 8 de octubre de 2017, apenas una semana después del referéndum del 1 de octubre. En esa ocasión, se estima que participaron 350,000 personas según la Policía y un millón según SCC. Aunque la capacidad de movilización de SCC se había debilitado desde entonces, se recuperó en 2019 después de la sentencia del proceso independentista. Sin embargo, la pandemia afectó tanto al movimiento independentista como al españolista, reduciendo su presencia en las calles.
