El Gobierno ha decretado el uso obligatorio de la mascarilla quirúrgica cuando no sea posible mantener la distancia de seguridad de dos metros.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya anunció que se estaba estudiando la implantación de su obligatoriedad. Tras consultar con los consejeros de sanidad de las diferentes comunidades autónomas, se decidió por unanimidad el uso de mascarilla en los lugares públicos. “El objetivo es minimizar los riesgos en lugares cerrados y públicos donde se produce una gran concentración de personas y proteger la salud de todos los ciudadanos” así lo estipula el BOE. La obligación entrará en vigor a partir del jueves.
Se implanta en personas de seis años y en adelante, aunque también se recomienda su uso en niños de 3 a 5 años. Como adelantó Fernando Simón en rueda de prensa, existirían casos donde su uso no sea obligatorio por motivos médicos. “No será exigible su uso en las personas que presenten algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse agravada por su uso, las que tengan motivos de salud debidamente justificados o aquellas que por su situación de discapacidad o dependencia presenten alteraciones de conducta que lo hagan inviable”, aclara el Boletín Oficial del Estado.
En el documento no se especifica su uso en actividades deportivas, «no será exigible tampoco en el desarrollo de actividades que, por la propia naturaleza de estas, resulte incompatible su uso o si existe una causa de fuerza mayor o situación de necesidad”. Según el ministro mientras haya distancia de seguridad en el ejercicio no se requeriría su uso. Tampoco se necesitarían en toda actividad que llevo consigo la ingesta de alimentos o bebidas.