El corte de peso es una táctica ampliamente utilizada entre los deportistas que compiten en disciplinas segmentadas por categorías de peso, como las artes marciales mixtas (MMA), el boxeo, el judo y la lucha. Esta práctica implica reducir drásticamente el peso corporal en un corto período antes de la competencia, con el fin de dar el peso límite para ingresar en una categoría inferior, y, así obtener una ventaja sobre los rivales. Esta práctica se ha extendido tanto que todos los atletas de promociones como UFC hacen un recorte de peso, siendo por tanto indispensable hacerlo si se quiere competir en las mismas condiciones que el rival.
Por ejemplo, si hablamos de una categoría concreta como las 145 libras, unos 65,77 kilogramos, los profesionales recortan hasta alcanzar dicho peso durante el pesaje, unas 24-48 horas antes del combate. Una vez dan el peso, son capaces de rebotar el peso, es decir, volver a coger el peso, pudiendo llegar a subir al octógono con hasta 8-10 kilogramos más, unos 75 kilogramos. Por ello, si uno de los atletas compitiese en su peso habitual, tendría una desventaja enorme en el combate, siendo esta la causa del recorte de peso.
Aunque puede ofrecer beneficios competitivos, el corte de peso no debe tomarse a la ligera debido a sus posibles repercusiones en la salud y el rendimiento. Es imperativo que sea supervisado y controlado por profesionales capacitados, que se realice de forma secuencial y con unos tiempos concretos. En muchas ocasiones, el corte de peso finaliza con sesiones de ayuno intermitente, saunas, vaciados de agua, etc. En el caso del ayuno intermitente, es primordial conocer todo sobre esta práctica, por tanto, si quieres más información, te dejamos una guía completa de ayuno intermitente.
¿Cómo se hace el proceso del corte de peso?
Para comenzar, es importante aclarar que el corte de peso no se relaciona con la pérdida de grasa, sino que se basa en la eliminación de agua y electrolitos del cuerpo a través de restricciones líquidas, sudoración y el uso de diuréticos. Este proceso momentáneo de «vaciamiento» engaña al cuerpo para alcanzar el peso deseado en la balanza. Sin embargo, esta técnica puede provocar deshidratación, afectando a los órganos vitales, el equilibrio hidroelectrolítico y el sistema cardiovascular.
El proceso suele comenzar un par de semanas antes del combate, con restricción de la dieta para ir bajando peso de forma progresiva y controlada. Una vez en la semana de combate, fight week, se deben eliminar los kilogramos finales, entre 5-10 kilogramos, dependiendo del atleta, la categoría de peso, etc. Para ello, se llena el cuerpo de agua, buscando “engañar y colapsar” al organismo para la posterior deshidratación. Además, se eliminan progresivamente determinados alimentos, y, se comienzan con las sesiones de sauna y bañera fría. El objetivo es convertir el cuerpo en una esponja, llenándola de agua para posteriormente secarla al máximo.
Tras el pesaje, el peso perdido suele recuperarse después con la rehidratación, un proceso crucial para competir en las mejores condiciones. De la mano de profesionales de Musculación total tenemos conocimiento de todas las técnicas aplicadas en este proceso, a la par que conocemos los ejercicios de entrenamiento en profundidad.
Guía resumen del corte de peso
El corte de peso ofrece ventajas competitivas al permitir a los atletas competir en categorías inferiores a su peso natural, aunque, como hemos visto, si todos lo hacen, la ventaja no deja de ser una necesidad. El hecho de pelear en categorías más bajas puede mejorar la fuerza, potencia, resistencia, velocidad y agilidad, lo que marca la diferencia en un combate. Además, evita enfrentarse a oponentes más grandes y fuertes, lo que podría aumentar la probabilidad de éxito. En cualquier caso, determinar la categoría adecuada para cada profesional se debe realizar de forma precisa. Para ello, aprender a como tomar medidas del cuerpo gym es necesario e indispensable. De forma resumida, el corte de peso consiste en:
- Establecer objetivos: Definir el peso objetivo a perder y en qué plazo. Se recomienda no perder más del 10% del peso corporal en una semana, ni más del 5% en las últimas 24 horas antes del pesaje.
- Elegir el método: Seleccionar el método más adecuado, evitando métodos extremos y peligrosos. Saunas, trajes térmicos y ajustes nutricionales son opciones comunes.
- Supervisión profesional: Contar con asesoramiento médico, nutricional y de entrenadores. Esto garantiza un plan personalizado y seguro que considera las necesidades del atleta.
- Rehidratación: Después del pesaje, rehidratarse gradualmente con bebidas isotónicas o hipertónicas para restaurar el equilibrio hidroelectrolítico.
Riesgos del corte de peso
Los principales riesgos del corte de peso son:
- Desnutrición y deshidratación: Métodos extremos pueden llevar a debilidad, fatiga y mareos debido a la falta de nutrientes y líquidos.
- Pérdida de músculo: Un corte de peso inadecuado puede resultar en pérdida de masa muscular, afectando la fuerza y la recuperación.
- Desbalance de electrolitos: Pérdida de líquidos y electrolitos puede causar desequilibrios, resultando en calambres y debilidad muscular.
- Disminución del rendimiento: La falta de hidratación y nutrientes puede impactar negativamente el rendimiento en la competencia si no se realiza una buena rehidratación.
- Riesgo cardiovascular: Estrés en el sistema cardiovascular debido a la deshidratación y la restricción de alimentos puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos.
- Impacto en la salud mental: Cortes extremos pueden aumentar el estrés y la ansiedad relacionados con el rendimiento y la imagen corporal.
- Mayor riesgo de lesiones: Debilidad muscular y fatiga aumentan el riesgo de lesiones durante la competencia.
- Recuperación deficiente: Un corte inadecuado dificulta la recuperación después del combate, afectando el rendimiento a largo plazo.
- Impacto en el sistema endocrino: Restricciones extremas pueden alterar el equilibrio hormonal y afectar la producción de hormonas esenciales.
En resumen, aunque el corte de peso es común en deportes como las MMA, debe abordarse con precaución bajo supervisión profesional. Los riesgos para la salud y el rendimiento pueden superar los beneficios temporales. La seguridad y el bienestar del atleta deben ser siempre la prioridad máxima.
