En un desenlace que no sorprendió a nadie, el Congreso de los Diputados rechazó rotundamente la investidura de Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), como presidente del Gobierno. Este rechazo se produjo en la segunda votación, apenas 48 horas después de la primera negativa. Feijóo solo obtuvo el apoyo de su propio partido, el PP, junto con Vox, UPN y Coalición Canaria, mientras que el resto de la Cámara, incluyendo al PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG, votaron en contra. Ahora, el líder socialista Pedro Sánchez buscará reunir una mayoría suficiente con estos partidos para mantenerse en la Moncloa.
La segunda votación de la investidura de Feijóo no deparó sorpresas, ya que al candidato le bastaba con obtener más votos a favor que en contra para convertirse en presidente. En un breve debate, Feijóo reiteró su mensaje de que el PP ha actuado con «integridad» y ha cumplido su palabra, a diferencia de Sánchez, a quien acusa de no cumplir sus compromisos, especialmente en lo que respecta a no aprobar una amnistía para los acusados del proceso independentista catalán. Feijóo fue enfático al criticar la posible amnistía para estos acusados, preguntando directamente a Sánchez: «Amnistía: ¿sí o no? Yo digo no, ¿y usted? Referéndum: ¿sí o no? Yo digo no, ¿y usted?». Además, exigió a Sánchez que tenga el valor de explicar las consecuencias que España tendría que soportar si vuelve a ser presidente.
Tras el fracaso definitivo de la investidura de Feijóo, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, deberá notificar oficialmente el resultado al rey Felipe VI. En los próximos días, el jefe del Estado iniciará consultas con todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria para designar un nuevo candidato a la investidura, muy probablemente Sánchez. La fecha del nuevo debate de investidura dependerá de Armengol, pero el líder del PSOE aún no tiene asegurados los apoyos necesarios para continuar siendo presidente.
Antes de la segunda votación de la investidura de Feijóo, tanto ERC como Junts plantearon sus demandas al líder del PSOE. Los republicanos exigieron que se definan de manera definitiva las condiciones para un referéndum de autodeterminación, una demanda compartida por Junts, que subrayó que «votar no es dividir». Estas demandas podrían convertirse en obstáculos en el camino hacia la formación de una nueva mayoría parlamentaria y la investidura de Sánchez como presidente.
