Denominan a España como un país lleno de viejos. Pero, ¿A que se debe? Muy sencillo, a la gran cantidad de personas mayores que viven en el estado español y los pocos niños que se encuentran naciendo en estos momentos. Hay familias que ni un hijo llegan a tener debido a distintos factores, entre ellos, el económico.
En España hay muchas personas mayores con una tasa elevada de esperanza de vida. Las personas en este país mueren a una media de 82,83 años debido a lo bien que se cuidan. No igual en los Estados Unidos que su tasa de esperanza de vida se encuentra en torno a una media de los 78 años según las últimas estadísticas publicadas este mismo año.
Todas las personas, tengamos la edad que tengamos, debemos cuidarnos bien. Especialmente, las gente mayor es la que más cuidado debe tener al ser los más propensos a sufrir distintas enfermedades que pueden ir desde un problema en los huesos a un problema en la circulación de su sangre. Para ello, debemos tener en cuenta distintos consejos.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que en nuestra vida cuando nos hacemos mayores no puede faltar un tensiómetro. Con las mejores comparativas de tensiómetros que existen actualmente debemos elegir el adecuado que nos permita controlar en cada momento como estamos. No todos tenemos los mismos problemas, ni no todos los tensiómetros son validos por eso es recomendable realizar un análisis de los mejores tensiómetros de la marca Omron y comprarlo. Con ayuda de nuestros familiares cuando nos encontremos algo peor, todos los días de la semana debemos mirárnosla para actuar en caso de que sufra alguna pequeña alteración.
La gente mayor gracias a las distintas ayudas que ofrecen los gobiernos, ya sean Ayuntamientos como el propio Estado, podemos acceder a una asistencia pública personalizada. Está asistencia varía dependiendo de cómo nos vayamos encontrando. Existe la posibilidad de que vengan ayudarnos a casa a limpiar o hacernos la comida e incluso podemos acudir a un centro de mayores donde junto con otros “jovenzuelos” podemos pasarlo muy bien jugando al dómino, al bingo o al mus. No solo eso, también podremos bailar. Los orientadores sociales son aquellas personas encargadas de valorar la situación de cada persona mayor y sus familias, para recomendar entonces cual es la opción más recomendable.
Fijar un horario tanto para nuestras actividades como para nuestras rutinas de comidas, ir al baño o irnos a dormir es lo más recomendable. Nuestros familiares más jóvenes sabrán con esta medida donde estaremos en cada momento y además, nosotros nos encontraremos mucho más motivados en terrenos que conocemos y por esta razón, nos esforzaremos más en hacer las cosas y no quedarnos completamente parados. Pararse es la peor opción para una persona que se hace vieja. Es vital para nuestra salud tanto física como mental realizar distintas dinámicas.
Además de un tensiómetro, en nuestros hogares no puede faltar agarraderos en los baños y por alguna que otra zona de la casa. Nuestras piernas no son iguales que cuando teníamos 20 años y pueden fallarnos y llegar a tropezarnos. Tener algo donde sujetarnos rápidamente si nos pasa algo por el estilo es importante para no rompernos huesos que posteriormente nos costará mucho más recuperarlos con la rehabilitación.
Y para concluir, hay que recordar las pastillas. Es evidente que cuando nos hacemos viejos los medicamentos no nos lo quita nadie. No nos queda más remedio. Por eso, debemos llevar un registro detallado para no confundirnos o duplicar pastillas. Una mala toma de medicación puede llegarnos a causar incluso nuestro propio fallecimiento. Y que no se nos olvide que el afecto familiar siempre debe estar ahí para apoyarnos igual que nosotros hicimos cuando estaban naciendo ellos.
