Aumenta el número de alquileres de piso en Barcelona por la situación de inestabilidad en los empleos de jóvenes.
Te preguntaras, ¿Alquilar o comprar? Cada vez son más jóvenes los que se lanzan a independizarse pero en forma de alquiler por la crisis económica que se vive a nivel mundial. Los trabajos no son fijos y no pueden permitirse arriesgar a comprar una casa y estar hipotecados toda la vida sin tener garantías de durabilidad en un trabajo.
Los más jóvenes, valorando las propias circunstancias de ellos y como está evolucionando el mercado, están optando por el alquiler. El alquiler de larga duración en Barcelona ya es más que habitual.
Las ventajas más generales de alquilar un piso, lo primero y más destacado de todo es la localización de esté. Será mucho más fácil encontrar un piso de alquiler en zona más céntrica y mucho más grande, que si esté lo tenemos que comprar. Los procedimientos administrativos además serán mucho más rápidos y mínimos sin la necesidad de contratar un notario.
Alquilar te permite mucha más flexibilidad que comprar un piso. ¿Por qué razón? En caso de no estar contentos con esta vivienda o en barrio en el que se encuentra localizada, rápidamente podemos romper el contrato de alquiler que nos vincula los propietarios y nos cambiamos.
Económicamente hablando, el alquiler también tiene ventajas. Cuando compramos debemos poseer una inversión inicial elevada, actualmente, el 20% de la hipoteca en el momento del primer pago. En cambio, en un alquiler ahorramos en esa inversión inicial que es mucho menos. No solo eso, sino que no tendremos que abonar los gastos asociados a la compra como por ejemplo son el notario, el Registro de la Propiedad, ni las comisiones de apertura de la hipoteca.
Las hipotecas tienen una vinculación con una entidad financiera por un largo plazo, actualmente lo normal en los jóvenes es que se acaben vinculando con los bancos en un periodo de 40 años. Es decir, hipotecados hasta la jubilación con una entidad financiera. No sucede por el contrario esto con los alquileres ya que además tampoco tenemos obligaciones fiscales como son pagar el IBI –Impuesto Municipal sobre Bienes Inmuebles- ni los gastos de Comunidad o Mancomunidad que generalmente siempre son asumidos por el propietario de la vivienda salvo que lleguemos a un acuerdo con él.
Cuando decimos alquilar un piso, debemos ser conscientes que hay que respetar los requisitos del propietario. No podremos realizar obras o reformas si no tenemos su previo consentimiento para ello, ni aunque sea pagándolas de nuestro propio bolsillo. En caso de hacer una obra, estos nos podrían en el momento de la renovación subir fácilmente el precio del alquiler y reclamarnos por esta obra. Perderíamos la inversión fácilmente y deberíamos pagar incluso una indemnización al propietario por incumplimiento del contrato.
Alquilar o comprar, ese siempre es el dilema de muchos jóvenes. La decisión final dependerá de muchos factores personales, emocionales y sobre todo, lo más importante, de nuestra capacidad financiera.
