Con un gol de Agus Medina en el último suspiro, el Cornellà toma la ventaja de una eliminatoria que se decidirá en el Toralín.
Desde primera hora de la tarde ya se respiraba ambiente de fútbol en los aledaños del Nou Municipal de Cornellà, ambiente de fútbol y de PlayOff gracias también a un gran número de desplazados desde tierras bercianas que quisieron acompañar a su equipo en el primer partido de una eliminatoria que ahora se desplazará hasta la capital de El Bierzo.
Poco fútbol
Poco cabe destacar de una primera parte sin apenas ocasiones, quizá lo más relevante de los primeros 45′ minutos fue la lesión de uno de los asistentes del colegiado, vacante que tuvo que ocupar el cuarto árbitro para poder sustituir y hacer las funciones de su compañero.
Y llegaron los goles
La segunda parte fue totalmente opuesta a la primera, al poco de empezar el segundo tiempo la Deportiva lograría ponerse por delante gracias a un gol de Oscar Sielva a la salida de un córner. El Cornellà, que nunca dejó de creer, empujó para lograr el empate no sin algo de fortuna tras un desafortunado rechace que rebotó en el muslo de un zaguero blanquiazul, introduciéndose así en la meta defendida por Manu García. La Ponfe, lejos de corregir el exceso de relajación, quiso aguantar el empate a uno, un buen resultado de cara a la vuelta pero prácticamente en el último instante del partido, Agus Medina lograría peinar lo suficiente un balón colgado desde el lateral del área para hacer imposible la estirada del meta visitante desatando la euforía en la tribuna del Nou Municipal al grito de «sí se puede».
La Ponferradina, a parte de pecar de relajación, pagó el jugar en un campo de césped artificial y de dimensiones bastante más reducidas que el Toralín, estadio que será testigo la semana que viene del vencedor de la eliminatoria y el que se llevará el billete para disputar la segunda ronda.