El régimen venezolano vuelve a cargar contra la libertad de información. El Servicio Venezolano de Inteligencia Nacional ha detenido a tres periodistas de la agencia Efe que, finalmente, han sido liberados la mañana de este jueves
Los tres detenidos han sido el periodista español Gonzalo Domínguez Loeda, la periodista colombiana Mauren Barriga Vargas y el fotógrafo colombiano Leonardo Muñoz, así como el conductor venezolano José Salas. Los tres forman parte de un equipo de la agencia Efe que viajó desde Bogotá para cubrir la situación de crisis en la que actualemnte vive el país caribeño.
EFE informó que los reporteros serán deportados a Colombia este mismo jueves. Aún se desconoce si fue liberado el motorista que acompañaba a Muñoz, José Salas, de nacionalidad venezolana.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa informó que los corresponsales permanecieron detenidos en la sede del Sebin en El Helicoide desde el mediodía del miércoles. Estuvieron, al menos, 12 horas detenidos.
El Gobierno de España ha exigido desde la primera hora de conocer el suceso la «inmediata puesta en libertad» del equipo. En un comunicado, el Ejecutivo socialista rechazó su detención por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). «Desde que se tuvo conocimiento de la detención, el Gobierno, a través de nuestra Embajada en Caracas, está haciendo todas las gestiones necesarias para lograr su liberación a la mayor brevedad», explica el Ministerio de Exteriores.
También se ha pronunciado el ministro de Exteriores colombiano, Carlos Holmes Trujillo, a través de su cuenta oficial en Twitter: «El Gobierno de Colombia rechaza (la) detención arbitraria, en Venezuela, de dos periodistas y (un) fotógrafo de @EFEnoticias».
No es el único caso en el que el gobierno venezolano decide coartar la libertad de informar. El régimen de Nicolás Maduro ha diseñado durante sus años de mandato diversas estrategias para limitar el trabajo periodístico en favor de sus intereses. Se basa en la creación de mecanismos legales, económicos y de carácter violento para lograr su objetivo.
El pasao martes, cuatro periodistas fueron detenidos en el palacio presidencial de Miraflores. Dos de ellos, de nacionalidad chilena, fueron deportados, mientras que otros dos, franceses, continúan arrestados.
Esta claro que Venezuela vive inmersa en una crisis social, económica y política sin precedentes, pero, también, en una crisis que afecta a la libertad de prensa. Desde Reporteros Sin Frnoteras (RSF), el ejercicio de la profesión “es muy arriesgado” y se producen “persecuciones y ataques” a los informadores que no comulgan con el Gobierno de Nicolás Maduro.
RSF denuncia que el Ejecutivo “tiene sus propias estrategias para someter a los medios de comunicación: sus amigos han comprado diversos medios de comunicación críticos” además de “la escasez de papel de prensa, suministro que depende del gobierno, ha hecho imposible la tirada de varios periódicos impresos obligados a cerrar”, afirma la organización.