La victoria la semana pasada ante el Rayo Vallecano deja al equipo como décimo clasificado tras nueve jornadas disputadas.
Después de más de dos meses de competición ya hemos alcanzado el cuarto de temporada. Tras nueve jornadas disputadas, el Getafe ha sido una montaña rusa entre rachas positivas y negativas.
El comienzo de temporada del equipo de Bordalás fue casi perfecto. Después de inaugurarse en Liga contra el Real Madrid y perder por 3-0, los azulones sumaron 9 puntos de 15 posibles gracias a las victorias contra el Eibar y Sevilla y los empates contra el Valladolid, Alavés y Celta de Vigo.
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Lo cierto es que a pesar de que el Getafe en el Coliseum está mal, como visitante ha conseguido ocho puntos de doces posibles. Cuatro salidas sin conocer la derrota, visitando estadios tan complicados como el Sánchez Pizjuán, en el que consiguió la victoria por 0-2, o Balaídos.
En el último mes de competición, el Getafe atravesó una racha de cuatro partidos sin ganar. Las buenas sensaciones reflejadas en las visitas a Balaídos y Mendizorroza no obtuvieron el premio de los tres puntos. En casa la situación no fue mejor, y es que el conjunto getafense no pudo puntuar ni contra el Atlético de Madrid ni contra el Levante.
El pasado fin de semana el equipo consiguió ganar en Vallecas, un campo que se le resistía temporada tras temporada. La victoria por 1-2 contra el Rayo Vallecano servirá como dosis de confianza de cara al resto de temporada.
Falta de gol
Uno de los aspectos por los que el Getafe no se encuentra más arriba en la clasificación es la falta de gol. El equipo del sur de Madrid es uno de los conjuntos que menos goles anota en este inicio de Liga. Tan sólo ocho goles en nueve partidos, lo que da un promedio goleador inferior a uno por encuentro.
Esta falta de gol y de ocasiones junto a las presuntas pérdidas de tiempo, ha producido que el cuadro getafense se lleve las críticas de “equipo anti-fútbol”.
