Pablo Casado, ha tildado de «presidente fallido» a Pedro Sánchez en el inicio de la sesión de control al Gobierno de esta mañana. Por su parte, el jefe del Ejecutivo ha acusado al PP de ser un «partido antisistema» por bloquear la renovación del Consejo General de Poder Judicial (CGPJ).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado que no iba a entrar en las «provocaciones» del presidente del PP, que, a su juicio, ha llevado al Partido Popular a la estrategia de una oposición «crispada y provocadora».
En su intervención, el popular Casado ha exigido la dimisión del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tras la petición del juez de investigarlo por tres delitos en el «caso Dina». Sánchez le ha pedido que defienda la presunción de inocencia y le ha recordado que en su Ejecutivo, a diferencia de lo que ocurría con el PP, no hay imputados, ni procesados ni condenados.
Cruce de reproches
El presidente le ha pedido al líder del PP que desvele qué va a votar en la moción de censura que presentará Vox contra él la próxima semana. Y ante los ataques hacia su equipo de Gobierno, Sánchez ha recalcado continuamente que su Ejecutivo «es legítimo».
La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha calificado a Iglesias de «machista» en su tiempo de pregunta a la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo. La popular ha reprochado el apoyo mostrado hacia el líder de Podemos. Además, ha acusado al Gobierno de «depotismo» y de ser un fraude al «retorcer la ley» para hacerse con el control del poder judicial.
En la misma línea que Sánchez, Calvo ha criticado que el PP haya abandonado su condición de partido de Estado, situándose al lado de la ultraderecha.
Por su parte, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, le ha pedido a Pablo Iglesias que dimita por estar inmenso «en medio de la corrupción». «Usted quiere cambiar el CGPJ porque quiere elegir al juez que le juzgue», ha afirmado el número dos del PP. El vicepresidente segundo del Gobierno ha recalcado que en España hay separación de poderes y ha acusado a los populares de atacar a la jefatura del Estado.
Gestión de la pandemia
La gestión de la pandemia ha sido el asunto principal de la intervención de la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. La de la formación naranja ha considerado que el Gobierno, en lugar de luchar contra el virus, se ha dedicado a atacar a la Corona y a repartirse a los jueces «indignamente».
Arrimadas no ha dudado en calificar a Calvo de «altanera» y le ha avisado de que su partido recurrirá a Europa el intento del Gobierno de hacerse con el control del poder judicial.
Durante la sesión de control al Gobierno hemos sido testigos una vez más del clima de crispación existente en la clase política. En cada intervención se han escuchado murmullos de una y otra bancada y en más de una ocasión la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha tenido que pedir silencio. Al inicio del pleno, los populares han gritado «dictador» a Sánchez, siendo contestados por la bancada socialista con «No insultéis».
También hemos presenciado que el equipo de Gobierno ha eludido las preguntas de los diputados de otros partidos. Y en lugar de dar respuestas, han lanzado ataques a partir del argumento del «y tú más». No obstante, la oposición tampoco ha estado acertada. No ha formulado preguntas constructivas sobre las acciones del Gobierno y ha puesto el foco en aquellos asuntos turbios de algunos miembros del Ejecutivo. Así pues, tenemos una clase política cada vez más alejada de los problemas de los ciudadanos y un Congreso de los Diputados convertido en un ruidoso patio de colegio.
