El Sevilla FC no pudo con el Barcelona de Valverde tirando por tierra todo el trabajo realizado durante esta competición que ilusionaba a su afición, siendo esta tras su eliminación en Champions, la oportunidad de salvar una temporada que prometía mucho y si en Liga no se consigue el objetivo de obtener la séptima plaza habrá sido un fracaso.
El club hispalense comenzó la competición aplastando a un rival bastante inferior en dieciseisavos como es el Cartagena endosándole un 0-3 en la ida y un 4-0 en el Pizjuán.
La suerte sonrió de nuevo al equipo de la capital andaluza cruzándoles en el sorteo de octavos contra otro equipo de división inferior como es el Cádiz. No supuso un esfuerzo extraordinario pasar de ronda para los hombres de Montella ya que ganaron 0-2 a domicilio y consiguieron una victoria 2-1 en casa.
Las aspiraciones de avanzar en la competición se vieron mermadas cuando el sorteo de cuartos le deparó al Sevilla un cruce contra un equipo superior como es el Atlético de Madrid. Pero en esta ocasión el equipo demostró que iba a por la Copa y derrotó a los indios en los dos encuentros ganando 1-2 en el Metropolitano y un contundente 3-1 en Sevilla.
Las semifinales incitaban a soñar con otra final ya que les tocó el rival más asequible. El Leganés pese a que sobre el papel era un rival inferior se plantó en las semifinales como el equipo revelación tras eliminar al Real Madrid. El Sevilla no se confió y sacó un buen 1-1 en Butarque y decidió la eliminatoria en la vuelta ganando por 2-0.
La final se planteaba complicada para los sevillistas por el rival al que se enfrentaban, pero la afición esperaba una mejor actuación tras movilizarse más de 30000 aficionados hasta Madrid. El Sevilla se vio desbordado durante todo el partido y acabaron perdiendo con un abultado resultado de 0-5.
