Un gol de José María Giménez en el último minuto de partido le ha servido para llevarse los tres puntos a una Uruguay gris
La sorpresa en el once de Egipto
El seleccionador de Egipto, Cúper había anunciado en la rueda de premsa previa al partido que Mo Salah estaba en condicones para jugar. La decisión de reservarlo en el banquillo sorprendió a todos los espectadores, que le esperaban en el once.
Uruguay, querer y no poder
El conjunto charrúa dirigido por Tabárez quería llevar las riendas del partido desde el inicio. La defensa bien plantada de Egipto y su poca precisión se lo impedió.
En la primera mitad, no hubo apenas ocasiones. Por parte uruguaya, una muy buena de Luis Suárez que desperdició intentando regatear al portero. Por parte de Egipto, un parde contragolpes solventados o bien por la defensa o bien por Muslera.
El despertar
Tras ir al descanso con un partido aburrido, parecía que Uruguay, comandados por Godín, habían despertado. Tuvieron un buen período de cinco minutos donde tuvieron una de las más claras del partido.
Cavani de disfrazó de asistente para dar un pase de lujo a Luis Suárez que definió bien tras ganar la posición, pero el guardameta atajó de nuevo.
La resistencia egipcia
Tras aguantar la breve oleada uruguaya, parecía que Egipto sin su gran estrella podía puntuar. Pese a tener menos posesión del balón y dedicarse a defender, Egipto no rechazaba el balón cuando lo tenía. Tras una buena jugada combinatoria, lo probó Fathy con un potente disparó desde fuera que atajó Muslera en dos tiempos.
El apretón final
Tras los cambios, Uruguay vio como se le podía escapar el partido. Se centraron y decidieron ir a por el gol.
Avisó Cavani con un lanzamiento de falta al palo y con un chute desde la frontal que atajó El Shenawy de manera providencial.
El partido llegó al minuto 89′ y Uruguay tenía una falta lateral a su favor. Centró el revulsivo Carlos Sánchez y anotó con un testarazo inalcanzable Giménez.
Uruguay finalmente lo consiguió, se llevó los tres puntos con esfuerzo en un partido que no estuvieron del todo bien.
Por su parte, los jugadores egipcios cayeron exhaustos y lamentados tras la derrota en el último instante.
Se pudo ver a Mo Salah en el banquillo con la cara de decepción tras el duro palo de encajar de esa forma.