Esta semana se estrena la tercera entrega “Objetivo: Washington D.C.” de la franquicia “Olympus has fallen”, la cual comenzó en 2013 con Gerard Butler y Morgan Freeman como sus protagonistas.
Si en la primera película el objetivo fue la Casa Blanca y en la segunda Londres en esta vuelven a ir contra el Presidente de los Estados Unidos, pero de forma más personal ya que es atacado mientras está de relax. En esta ocasión Morgan Freeman se encarga de dar vida al Presidente Allan Trumbull, quien ha ido ascendido en las tres películas.
El Presidente, tras el ataque, queda en coma y los que intentaron acabar con su vida intentarán volver a hacerlo. Ahí entra el agente secreto Mike Banning (Gerard Butler), el protagonista de las tres películas, quien le salvó la vida, pero acabó siendo acusado de haber sido él el culpable.
A priori se agradece que haya cambiado el ataque masivo a ciudades por este ataque más personal y con el protagonista convertido en villano. Pero a mi parecer no terminan de dar con la tecla y carece de villanos épicos o que no te esperes desde el primer minuto.
La crítica
“Objetivo: Washington D.C” forma parte de una franquicia que se ha ido desgastando desde el principio y es lo que tiene hacer secuelas de películas que como una solo funcionan bien. Al igual que el resto de las películas esta entrega tampoco aporta nada nuevo que no hayamos visto ya.
La fórmula termina siendo algo repetitiva, ya que desde el primer momento te esperas quien va a ser el villano principal de la película y de la trampa que le han realizado a Mike Banning. Este villano carece de un motivo potente para querer atentar contra el Presidente y sin duda no pasará a la historia como uno de los mejores villanos del cine.
El lado positivo de la película es que no aburre. Entretiene, el cual es su objetivo. Pasar dos horas de cine para desconectar es lo que vas a encontrar si vas a ver la película. La película tampoco pretende ser nada más allá, por lo que tampoco se arriesga y repite fórmulas de otras películas.
El mejor personaje de la película y protagonista de las mejores escenas de ella es Clay Banning, el padre del protagonista. Sin duda es el personaje más interesante y diría con la mano en el fuego de que las dos mejores escenas son suyas. Es interpretado por Nick Nolte.
Luego hay personajes como el de Jada Pinkett Smith o Lance Reddick que despiertan curiosidad por ellos, pero que a través del guion no terminar de destacar. Ellos de todas forman lo hacen bien.
Conclusión
Si te has quedado sin ideas para hacer en verano y tienes ganas de ir al cine y no tienes otra cosa que ver, ahí es donde te recomendaría esta película. También deberías ir si has disfrutado las dos primeras entregas y te entusiasma Gerard Butler y Morgan Freeman. Si no es así te recomendaría esperar a que por ejemplo La 1 la emita un fin de semana.
- Lo mejor: Las escenas de Clay Banning.
- Lo peor: La repetida fórmula que no aporta nada nuevo.
Cabe destacar que tiene una escena post crédito, pero si os vais a casa nada más acabar la película tampoco os perdéis nada.