El Albacete cosechaba una nueva victoria ofreciendo un juego espectacular e ilusionando a la afición del Belmonte.
Gélida noche manchega la que pudimos vivir el Viernes pasado en Albacete. El equipo de Ramis quería volver a la senda del triunfo como local tras los últimos resultados. En frente, el Nástic de Enrique Martín,que decepcionó en su debut como visitante. Ya desde el inicio, fue el Albacete quien iba a llevar la batuta del partido. Los blancos ofrecieron numerosas variables en su juego. En la delantera Ortuño y Zozulia se entendieron a la perfección , y una conexión entre los dos iba a poner el primero en el marcador. A partir de ahí fue todo cuesta abajo . El Nástic a penas generaba peligro y el Albacete se sentía cada vez más cómodo. El equipo de Ramis era un ciclón que podía llegar por cualquier lado. Por bandas , por el centro , a balón parado.En una jugada aislada iba a llegar el segundo de los manchegos tras una «pillería» de Zozulia. De hecho el Albacete pudo aumentar su renta al descanso tras un posible penalti al delantero ucraniano.
Entusiasmo en el Belmonte
Aplausos al equipo al descanso debido a la buena imagen que dejaba. Lejos quedan aquellos pelotazos sin sentido y derrotas en los minutos finales. Ya en la segunda mitad el equipo tuvo la suficiente madurez como para ir durmiendo el partido poco a poco. Entrados ya en la segunda mitad si que pudimos ver a un Albacete fatigados debido al esfuerzo realizado por los jugadores. A pesar de esto fueron numerosas las ocasiones que tuvo para matar el partido e incluso haber provocado una goleada. Sin embargo, no se iba a mover el marcador en toda la segunda mitad. El Nástic suma una nueva derrota y se lleva un varapalo tras el mal partido. El equipo blanco sin embargo rompe con la mala racha de partidos como local y se mantiene en los puestos de «play off» de ascenso. Tenemos derecho a soñar.