La manifestación que condenaba el asesinato homófobo del joven Samuel Luiz acaba con una desproporcionada actuación de varios agentes de Policía en la calle Princesa de Madrid.
Los hechos se produjeron el pasado jueves, entre las calles Alberto Aguilera y Princesa. La protesta tenía como sede la Puerta del Sol de Madrid. Con el paso de las horas, se dio por finalizada esta manifestación, sin embargo, muchos manifestantes decidieron continuarla en el barrio de Argüelles. La Policía trató de desalojarlo utilizando como instrumento una porra, con la cual se golpeaba a los allí presentes. El vídeo con el que se ha mostrado la actuación policial ha sido publicado por el periodista Fermín Grodira en su cuenta de Twitter:
Cargss pic.twitter.com/Pf2SBAvdYU
— Fermín Grodira (@grodira) July 5, 2021
El objetivo de esta manifestación era alzar la voz en contra de la discriminación y falta de tolerancia hacia el colectivo LGTBI, y sobre todo tras lo ocurrido con Samuel Luiz, asesinado por su orientación sexual. La última palabra que Samuel escuchó antes de morir fue «maricón».
Muchos usuarios de esta red social han localizado el número de identificación de los agentes implicados en esta represión, concretamente 1U1O24 y 1U1021, que se puede apreciar claramente en el vídeo viralizado. Tratan de preguntar la razón de por qué el uso de «fuerza desmesurada» en las calles madrileñas el pasado jueves. Políticos como Íñigo Errejón piden explicaciones al gobierno ante tal suceso que considera «desproporcionado» e «incomprensible». La noche acabó además con un detenido.
La misma policía que hace unos días difundía en su cuenta de Tik Tok una total condena al odio y discriminación y apoyaba al colectivo LGTBI y sus derechos, aporreaba a unos protestantes que exigían justicia por la muerte de un joven causada por su orientación sexual.
Hay quien cuestiona la diferencia de actuación e intervención policial en referencia a la temática que protagonice una manifestación: protestas con bases de cortes ideológico contrarios a la democracia y aquellas que buscan extinguir la discriminación.
Combatir una manifestación en contra de la violencia con más violencia no es la solución. Un acto que se aleja de ser un ejemplo y fomentan una desconfianza hacia la actitud y procedimiento policial. La violencia injustificada como desenlace a una tarde de lucha por la defensa de los derechos humanos.
