Las 10 mejores películas para adolescentes

«Carpe Diem» constante, eso es la juventud. El cine ha encarnado la etapa de la adolescencia de todas las formas y colores posibles.

En este artículo iremos desde las icónicas películas de John Hughes hasta las más modernas, derribando los estereotipos reproducidos hasta ahora. Ya sea en un instituto en Beverly Hills o recorriendo (en carroza) la gran ciudad de Chicago.

¡Empezamos!

1. Clueless (1995)

• Directora: Amy Heckerling
• Guion: Amy Heckerling y Jane Austen (novela “Emma”)

Sinopsis

En la película nos encontramos la vida de Cher, una adolescente de la alta sociedad de Beverly Hills, que junto con su mejor amiga Dionne lucha contra los problemas típicos de su edad y de su clase: vestir bien, ser la más popular del instituto, posibles romances, etc. Pero, la llegada de una alumna nueva al instituto llamada Tai cambia la vida de la joven en diferentes maneras.

Os la recomiendo muchísimo, sobretodo si os apetece reíros un rato y divertiros con compañía. Heckerling nos regala esta “masterpiece” del género, donde incluye la sátira y auténticos momentos icónicos. Además de ofrecernos un vestuario impresionante. El ritmo es sumamente rápido, mostrando una trama que, a pesar de pecar de surrealismo y exageración, es realmente cautivadora.

La calidad del guion y de las interpretaciones de Alicia Silverstone, Paul Rudd y Britanny Murphy hacen una de las películas más hilarantes y entretenidas del género.

2. 10 Things I hate about you (1999)

• Director: Gil Junger
• Guion: Kirsten Smith y Karen McCullah Lutz

Sinopsis

¡Cualquiera diría que las hermanas Stratford son familia! Son absolutamente distintas. Bianca (Larisa Oleynik) es una niña dulce e ingenua y popular, además de causar furor entre los chicos… aunque nunca ha tenido novio. En cambio, su hermana mayor Kat (Julia Stiles), con ideas revolucionarias, feminista, libre y con muy mal genio, siempre ha rechazado a aquel que le muestra el más mínimo interés. Bianca está desesperada por tener pareja y poder ir al baile de fin de curso.

Desgraciadamente, el estricto reglamento que rige el hogar de los Stratford prohíbe a Bianca tener novio hasta que su hermana mayor tenga uno; situación que parece imposible que ocurra… ¿o puede que no sea tan imposible?

https://youtu.be/l3Gk-lhPGsM

¡Madre mía! Esta película me pareció un bombazo cuando la vi. Una película que, a pesar de ser sencilla, te hace pasar un buen rato y hacerte ver que es posible hacer historias de amor adolescentes fuera del marco de la pastelosidad y romanticismo establecido.

Lo que hace que no puedas dejar de mirar la pantalla ni un momento es el carácter de la pareja principal: nada convencional pero súper realista.

3. Ferris Bueller’s Day Off (1986)

• Director: John Hughes
• Guion: John Hughes

Sinopsis

Nos encontramos con una jornada bastante especial en la vida de un joven bastante mágico, Ferris. Cierto día de primavera, hacia el final de su año de graduación, Ferris siente la necesidad de dejar los estudios por un día y marchar a Chicago junto a su novia Sloane y a su mejor amigo, Cameron: quiere disfrutar de los parajes, experimentar un día de libertad y demostrar que con un poco de ingenuidad, otro poco de valor y un Ferrari rojo, la vida a los 17 años puede ser maravillosa.

Ferris Bueller es un personaje, así sin más. Sin adjetivos que le lleguen a hacer justicia. Su ingenio y carisma hacen que este personaje siempre me permita navegar por un día que ojalá haber llegado a vivir. Fue grabada justo a continuación de “The Breakfast Club”—las producciones de ambos filmes llegaron a solaparse—. “Ferris Bueller’s Day Off” es uno de esos felices momentos del cine que se mantienen a través de las décadas.

Asomarnos a día de hoy a ese día en la vida del personaje creado de la innata simpatía, frescura y desparpajo de Matthew Broderick es hacerlo a un filme que es considerado por muchos como referente de la forma de hacer cine de hace tres décadas. Y es que cuando la comedia es buena, se queda.

4. The Princess Diaries (2001)

• Director: Garry Marshall
• Guion: Gina Wendkos

Sinopsis

La vida de Mia Thermopolis (Anne Hathaway), una tímida adolescente que vive en San Francisco, da un vuelco cuando descubre que es la heredera del trono del diminuto principado europeo de Genovia. Su elegante y sabia abuela, la Reina Clarisse Renaldi (Julie Andrews), irrumpe entonces en su vida con la intención de prepararla para ser princesa… Pero Mia no tiene la menor intención de dejar su vida para gobernar un país tan lejano.

Mia se enfrenta al dilema más importante de su vida: seguir con su vida o aceptar sus responsabilidades como princesa.

Es una película que se puede ver cuando, dónde y por quién sea. Te saca de cualquier apuro. Aunque sí que es cierto que no es una película “teen” al uso, para ser una producción Disney, reúne todos los requisitos para que llegar a considerarla del género.

La película es sencilla, pero súper cómica, lleno de mensajes bien planteados. Tengo que destacar sí o sí la notoria química que hay entre ambas actrices en sus papeles de abuela y nieta, haciendo pasar un buen rato al espectador.

Lo que no debemos pasar por alto es el magnifico vestuario, homenajeando a otros vestidos de princesas de la vida real.

5. The Breakfast Club (1985)

• Director: John Huges
• Guion: John Huges

Sinopsis

Un grupo de cinco adolescentes es castigado durante un sábado por la mañana en su instituto. Los cinco son, esencialmente, representantes de cada grupo social: el empollón (Anthony Michael Hall), el deportista (Emilio Estévez), la princesita (Molly Ringwald), el rebelde (Judd Nelson) y la rara (Ally Sheedy). Obligados por su profesor (Paul Gleason) a redactar un ensayo sobre quienes son, se sorprenderán manteniendo una conversación sobre el tema de la redacción en clave realmente introspectiva.

Esta película es sublime, además de que se convirtió rápidamente en un mito popular y más tarde en un genuino referente de este género.

Más allá de encontrar la fuerza de la película en la historia que se cuenta, su fuerza está en los diálogos y en el mundo interior de los personajes. Pese a que pueda parecer la típica comedia para adolescentes, bajo la superficialidad que aparentemente muestra, se realiza una dura crítica al método de enseñanza, al maltrato físico y psicológico por parte de los padres, a la discriminación, a la clasificación social y, sobre todo, a la doble moral estadounidense.

6. La chica de rosa (1986)

• Director: Howard Deutch
• Guion: John Hughes

Sinopsis

Andie Walsh es una adolescente responsable y buena estudiante que no tiene una vida ideal. El padre de Andie no tiene trabajo y la chica ha de convivir con sus continuas depresiones. La situación en el instituto tampoco es fácil. Su popularidad es poco notable y a menudo tiene que sufrir desprecios.

La joven tiene un mejor amigo, Duckie, que está perdidamente enamorado de ella. Sin embargo, esto no es recíproco. Andie está enamorada de un joven que proviene de una esfera social muy distinta a la suya. Si la vida en su casa y en el instituto no estaba siendo fácil, tampoco lo será en los círculos de donde viene el chico.

De las mejores películas de amor entre adolescentes de una época donde el mundo cambiaba a velocidad del rayo. Aparentemente no parece gran cosa, ya que nos repite los clichés más recurrentes en el mundo cinematográfico. Pero, tiene pros tales como que es súper llevadera y fácil de ver.

Los roles están logradísimos. Todas las interpretaciones rezuman naturalidad y al tiempo emoción ya que el reparto es formidable: Molly Ringwall, la musa pelirroja (como dato, el ícono de los 80 está ahora actuando en Riverdale como la madre de Archie Andrews), Andrew McCarthy, cuya indecisión manifestó con gran credibilidad y Jon Cryer representando al incondicional amigo. Y, bueno, la banda sonora es pura fantasía. OMD lleva el peso con la canción de amor «If you leave», una joya del álbum The Pacific Age.

7. Mean Girls (2004)

• Director: Mark Waters
• Guion: Tina Fey

Sinopsis

La historia sigue a Cady (Lindsay Lohan) y su búsqueda por encajar en la preparatoria después de haber vivido en África y nunca haber pisado una escuela. Esto nos lleva a conocer el ambiente hostil que se vive en un lugar donde todo está controlado por un grupo de chicas llamadas “Las plásticas”. Cady, en un afán antropológico y con deseos de caer bien a Janis (Lizzy Caplan) y Damian (Daniel Frnzese), se infiltra en el grupo popular para hacer caer a la reina (Rachel McAdams).

Bueno, es que con esta película no se ni por dónde empezar…

Creo que es un poco obvio saber porque se ha convertido en una película icónica para nuestra generación. Nos logramos reconocer dentro de alguno de los tantos personajes que aparecen en la película. El trabajo humorístico y sarcástico de Tina Fey (el cual revela problemáticas raciales, sociales y feministas) es incomparable con cualquier otra comedia adolescente.

La cinta es una crítica directa hacia el desarrollo social desde una temprana edad. Ha ganado un estatus de clásico porque es una OBRA ATEMPORAL… No es una aventura adolescente: es un cuento sobre poder y el efecto que tiene en el resto de las personas.

«Mean Girls» no es una película superficial de risa, sino una aventura humana que revela la psique y las motivaciones más profundas de las personas, tal como lo retrató Wells en «Ciudadano Kane».

8. Las ventajas de ser un marginado (2012)

• Director: Stephen Chbosky
• Guion: Stephen Chbosky

Sinopsis

Año 91. Charlie (Logan Lerman), académicamente genial y poco sociable, es un marginado, siempre observando desde la distancia, hasta que un par de jóvenes carismáticos lo acogen bajo su ala. La bella Sam (Emma Watson), de espíritu libre, y su hermanastro Patrick (Ezra Miller), sin miedo a nada, cuidan de Charlie ofreciéndole nuevas amistades, el primer amor, sexualidad floreciente, fiestas sin fin, pases a medianoche de “The Rocky Horror Picture Show” y la búsqueda de la canción perfecta.

En realidad, parece en algún sentido homenaje a los chicos tímidos y sensibles con buen gusto musical y literario que se pasaron media adolescencia enamorados, en silencio o no, de la persona equivocada. Pero, el gran mérito de Chbosky es la intensidad con la que aborda los temas clave de esta época, tales como la exclusión social, el primer amor o enfrentarte a tus miedos más recónditos.

Además de la cantidad de juego que ofrece con canciones, libros y conceptos (recopilatorios en casete, regalos inolvidables, “The Rocky Horror Picture Show”…) para firmar una película tan imperfecta como emocionante.

9. Easy A (2010)

• Director: Will Gluck
• Guion: Bert V. Royal

Sinopsis

La joven Olive ha sido objeto de una de las peores bromas que se puede sufrir en la escuela secundaria: alguien ha difundido el rumor de que ha perdido la virginidad; pero, tras el susto inicial, percibe que puede usar el bulo en su beneficio.

¿Una versión moderna de la novela “La letra escarlata”? Suena interesante.

La película explora las patologías de la cultura de la fama (entendida como “cultura de la infamia”) en el universo de la información, donde el bulo es, siempre, una toxina que infecta todo acto comunicativo.

El planteamiento ya es lo suficientemente claro, pero el filme aún se guarda otros ases en la manga para amplificar su grado de excelencia. Por un lado, su habilidad para el diálogo metalingüístico con referentes de la alta cultura y de la cultura popular; por otro, su condición de plataforma de afirmación del talento interpretativo de una joven Emma Stone, que asume aquí uno de los papeles que le harían consolidar su carrera.

10. Lady Bird (2018)

• Directora: Greta Gerwig
• Guion: Greta Gerwig

Sinopsis

Christine, que se hace llamar «Lady Bird» (Saoirse Ronan), es una adolescente de Sacramento en su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, trata de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre (Laurie Metcalf).

Creo que por encima de cualquier otro elemento cinematográfico existe un componente de la narración cinematográfica que resulta clave para hacer que llegue completamente hasta el corazón del espectador y, que si el resto de la obra está a la de estar a la altura, opte a robárselo por completo: la empatía con el personaje protagonista.

Todos hemos estado ahí. Al igual que Lady Bird, todos hemos pasado por ese momento en el que intentamos encajar en el mundo. Y este parece no tener un lugar para nosotros, discutiendo con nuestras familias e intentado descubrir nuestra verdadera identidad.

Es por esto que, aparentemente sin esfuerzo, la cinta se las apaña para abrazarte y sumergirte en su universo particular que parece no tratar sobre nada en particular pero que, a su vez, trata sobre todo.