Anoche Madrid puedo disfrutar de un concierto de Andrés Suárez unido a un recital de Elvira Sastre en el WiZink Center, Desordenados llegó.
«Dos personas con un único propósito: desordenaros», así comenzaba el concierto que unió anoche en Madrid las canciones de Andrés y los poemas de Elvira. El público pudo ser testigo de una unión más que especial, de «un sueño que ya está cumplido». Un público más que entregado a cada una de las canciones y emocionado con los poemas, pudo disfrutar ayer de un concierto que de momento va a ser único.
«Yo no quiero ser recuerdo, mi amor, quiero que me mires y adivines el futuro», así comenzaba Elvira a recitar, y yo estoy segura que esto no va a quedar en un simple recuerdo. Personas de diversos lugares de España e incluso de partes de Latinoamérica juntas, con el único propósito de «desordenarse». Este concierto-recital nacido en la cabeza de Andrés en avión destino Lima, el cual nunca se llegó a imaginar que podría llegar a tanto.
Momentos emocionantes en una noche increíble
Andrés cantaba «¿Qué será Madrid sin nosotros dos?», mientras todo el público coreaba cada una de sus letras. Después de esto, llegó uno de los momentos más emotivos de todo el concierto cuando Andrés dedicó el poema Alzheimer de Elvira a su abuelo, mientras que Elvira se lo dedicó a Carmelita:
Aunque no recuerdes, aunque olvides,
no permitas que la oscuridad oculte lo único que es cierto:
existes porque te quieren, existes porque los quieres.
En este momento todo el mundo, aunque fuese lo mínimo, se emocionó. Además, unido a la voz de Andrés cantando Rosa y Manuel, consiguió que a todos los asistentes se les encogiera un poco el corazón. Siguiendo el repertorio, Andrés comenzó a caminar entre el público mientras cantaba Benijo a capela, consiguiendo así crear una atmósfera de calidez y cercanía, aunque el WiZink estuviese lleno. Pero aquí no terminaba lo emotivo, ya que Elvira apareció en el escenario con una camiseta con el mensaje «Ni una más, ni una menos», comenzando a recitar su poema Somos Mujeres.
Andrés, entonces, comenzó a cantar una de sus canciones más conocidas: Vuelve, mientras todo el mundo la coreaba, finalizando con Elvira recitando «vuelve pero no te quedes conmigo». El concierto finalizaba así con dos popurrís, el primero más acústico y el segundo más rockero. Todo quedaba enmarcado en una foto de recuerdo del día en el que la música y la poesía pudieron llenar el WiZink Center.