La banda gandiense cerró en Madrid su Gira Llepolies ante 8.000 personas en un concierto histórico que abrazó la diversidad lingüística.
Lo de ZOO este sábado en Madrid fue sencillamente histórico. Una banda de rap y electrónica, con letras en valenciano, llenó un pabellón icónico como es el WiZink Center de la capital. Formato Ring Plus, con pista y grada baja frontal, y cerca de 8.000 personas disfrutando de la mejor riqueza: la cultural, la de las lenguas.
Los Posse cerraron su Gira Llepolies con la que han presentado por toda España su último disco Llepolies (ZOO Records, 2021). Pero, la última fiesta antes de cerrar el año será en el Palau Sant Jordi de Barcelona, este sábado 10 de diciembre. Así, el grupo se habrá enfrentado a dos coliseos musicales referentes en el panorama de la música en directo nacional.
Horas antes del concierto de este sábado, los alrededores del WiZink Center ya se llenaban de fans procedentes de varios puntos de España, entre ellos, Valencia, de donde muchos seguidores no quisieron perderse este hito para ZOO. Ya dentro del WiZink, a las 21.30 y súper puntuales, se apagaron todas las luces del pabellón para sonar Ei, la primera pista del disco.
Rap y electrónica en valenciano
Rap sobre beats electrónicos bailables; melodías y estribillos armonizados; sampleos, guitarras, bajo, saxo barítono, saxo alto, trombón, trompeta, percusiones y voz construyen el sonido ZOO. Un total de 9 músicos en el escenario sirvieron para hacer un repaso de lo más completo a los tres discos de estudio con los que cuenta la banda. Hasta 28 canciones completaron el set list de los valencianos con canciones de Llepolies, Raval y Tempestes Vénem del Sud, además de alguna cover, como el Esbarzers de La Gossa Sorda.
También hubo sorpresas, la ocasión lo merecía, con las colaboraciones especiales de Toni Mejías de Los Chikos del Maíz en Imperfeccions y de Míriam Ferrero de Lisasinson en Sereno. La enérgica Tobogan fue la encargada de poner el broche final a un concierto histórico en el que el público no paró de saltar y gritar en medio de pogos y banderas. Una auténtica reivindicación del plurilingüismo con mucha música y fiesta. Ens veiem al Sant Jordi.
