El festival de Los 40 Urban ha celebrado su primera parada en Madrid, dando comienzo a la gira que pasará por las principales ciudades españolas y en la que participarán más de 20 artistas.
Ayer, 24 de junio, dió comienzo la primera edición del festival organizado por Los 40 Urban. El evento juntó a doce de los artistas urbanos más importantes del panorama nacional e internacional en el auditorio del parque Tierno Galván de Madrid.
Pasaban 20 minutos de las ocho de la tarde cuando los locutores de Los 40 Urban, Ramsés López, Paula Dalli y Sergio Labrador, salieron al escenario para dar comienzo al festival. Invitaron a los asistentes a disfrutar del festival pero recordando las medidas de seguridad que había que cumplir, unas normas que gran parte del público pareció olvidar por completo.
A partir de ahí los artistas fueron saliendo al escenario, intercalándose con un DJ que pinchaba algunas canciones entre un cantante y otro. El primero en saltar al escenario fue BubbaJ con su canción Éxtasis, seguido por Cano con Cuando ella se va, y Bless con Fotos, su mayor éxito.
La siguiente en cantar fue Paula Cendejas, que cantó dos canciones: Ojos Negros y su último lanzamiento junto a Piso21, Diferente. Además, la cantante aprovechó la ocasión para anunciar la salida de su nuevo EP, que se llamará Contragolpe y estará disponible el próximo viernes 2 de julio. Llegó el turno de Cesar AC con sus temas Pide Perreo y La Ropa; seguido de Nadal015, que cantó Darkolektion y Streetshark.
Llegamos a la mitad del festival cuando salió Belén Aguilera al escenario que, dentro de su repertorio, eligió las canciones más “urbanas” que tiene, Fuck Off y La Tirita; aunque siempre con un teclado de la mano. Los hermanos canarios Adexe y Nau fueron los siguientes encargados de “poner en pie” al público, que empezaron con uno de sus últimos éxitos, Nada Serio. Siguieron con RKT y acabaron con Fruto Prohibido, el tema que sacaron hace apenas dos semanas.
La actuación de Pole trajo varias sorpresas. La primera fue la participación de Pilar Moxo para cantar juntos su canción, Quédate Conmigo. Después, el de Toledo tocó una de las canciones de su último EP, Amor de verbena. El show de Pole acabó con el rémix de Batmóvil, para el que aparecieron en el escenario Funzo & Baby Loud. De hecho, los hermanos fueron unos de los más queridos por el público y los siguientes en presentar sus canciones en el auditorio madrileño. Jóvenes no tan locos, Malibú con Piña, un breve recopilatorio de sus éxitos Qué bonito fue, Ojalá te vaya bien, Poca suerte y Elixir; acabando con su último éxito, Joven para siempre.
Todo iba bien hasta que empezó la actuación del argentino L-Gante. La primera canción en sonar fue L-Gante Rkt hasta que una marea de gente empezó a correr y aglomerarse delante del escenario, sin seguir ninguna medida de seguridad. Durante unos minutos, el festival se paró porque la organización intentó acabar con ese descontrol apagando sonido, luces y recordando las normas a los asistentes. Sin embargo, no fue hasta que L-Gante pidió al público que volvieran a sus asientos, añadiendo que luego seguirían la fiesta fuera, por si fuera poco contribuyendo a la irresponsabilidad de los asistentes.
Además, parece que no es la primera vez que al cantante le pasa esto, y es que hace poco más de una semana dió un concierto en Palma de Mallorca que la organización también tuvo que parar. Por si fuera poco, el argentino se enfrenta a una multa de hasta 10.000 euros por lo sucedido en Palma.
La mayoría de los que se habían movido, aunque no todos, volvieron a sus asientos y el concierto pudo continuar. L-Gante cantó PPT (Patita Pa Tra), la sesión que tiene junto a Bizarrap y acabó con Malianteo 420.
El encargado de poner el broche a este accidentado festival fue Maikel Delacalle. El canario empezó su show con Amuleto, seguido de uno de sus últimos lanzamientos, Se va pero vuelve, que quiso dedicar a su abuela que falleció hace unos meses; y Replay.
Antes de dar por finalizado el concierto, el DJ quiso acabar pinchando algunas canciones. Sin embargo, no fue posible ya que la gente volvió a bajar al escenario; dejando un final de lo más decepcionante para un festival que apuntaba ser uno de los mejores del verano.
En resumen, Los 40 Urban Fest fue un concierto que, si no estuviésemos en medio de una pandemia, hubiese sido un conciertazo. Sin embargo y por desgracia, lo estamos, y el evento de ayer no cumplió las medidas de seguridad. Lo cierto es que el concierto estaba bien organizado, al aire libre, había distancia de seguridad entre las sillas; pero el público no puso de su parte y es muy difícil controlar a cientos de personas.
La cultura es segura pero siempre siendo responsables, y actitudes como las de los asistentes al festival de ayer solo hacen que se dejen de celebrar estos eventos. Todo el mundo tiene ganas de fiesta, de pasarlo bien y de volver a la normalidad; pero si queremos conseguirlo, no se puede permitir que pasen estas cosas.
