El festival granadino reunió en su quinta edición a 15.000 personas entre el viernes y el sábado. La M.O.D.A., La Casa Azul, Arde Bogotá o Rulo y La Contrabanda fueron algunos de los protagonistas en la Feria de Muestras de Armilla.
Cuando se visita Granada, uno sabe a lo que va. Ir de tapas, callejear y pasear bajo la atenta mirada de la Alhambra son los planes indispensables de toda aquella persona que decide pasar por la ciudad andaluza un fin de semana cualquiera. Sin embargo, y que nos perdone el sultán, la música indie ha sido la verdadera protagonista de la ciudad en este segundo fin de semana de mayo.
El festival En Órbita ha vuelto con todas las fuerzas para celebrar su quinta edición, que tendría que haber sido en 2020 y que la organización no tuvo más remedio que posponer por motivos que podemos imaginar. Unas 15.000 personas (en torno a 7.000 por día) se han congregado viernes y sábado en la Feria de Muestras de Armilla para disfrutar de la mejor música indie nacional y del talento emergente que nace en Granada.
Dos escenarios y una treintena de artistas
La novedad de ampliar un día más la programación ha resultado ser un éxito para la organización y para el público. La jornada del viernes estuvo protagonizada por las actuaciones de La Casa Azul, Rulo y la Contrabanda o los granadinos Colectivo da Silva. Señor Pálido, en el Escenario Satélite, y Nunatak, en el Escenario Planetario Cervezas Alhambra fueron los encargados de inaugurar el festival a primera hora de la tarde.
También pasaron por el Escenario Planetario Natalia Lacunza y Confeti de Odio, al tiempo que el recinto de la Feria de Muestras de Armilla iba recibiendo cada vez más gente. Un público que brillaba literalmente por el maquillaje de festival. Y también figuradamente por la emoción que transmitían al estar viviendo muchos su primer festival con total normalidad, como antes de la pandemia.
La Casa Azul cerró la primera jornada con una puesta escénica brutal con dos baterías (electrónica a un lado y acústica al otro), dos plataformas con teclados y sintetizadores y, en el centro, el líder de la banda, Guille Milkyway. La actuación ofreció un repaso por los éxitos de la banda poniendo sobre el escenario toda la energía que caracteriza la música de la formación catalana.
El sol y el calor, protagonistas del sábado
La jornada del sábado estuvo protagonizada por el calor y el sol. Ya desde bien entrado el medio día, a las 13:00, los primeros asistentes disfrutaron de RBT o Arena Polar en el Escenario Satélite. A las 15:00, El Hombre Garabato ofreció la primera actuación del Escenario Planetario. Después fue el turno para las chicas de Cariño que estrenaron su disco homónimo justo el día anterior a su concierto en En Órbita.
Mucha purpurina y bolas brillantes se mezclaban en la piel con la crema protectora para combatir los rayos de sol que caían sobre el recinto. Incluso Delaporte tuvo que retrasar su actuación por el sobrecalentamiento de algunos equipos. Ya sin problemas técnicos, Carolina Durante continuó animando el festival al mismo tiempo que Javiera Mena se preparaba para actuar en el Escenario Satélite.
Como era de esperar, y como suele ocurrir en los festivales, tuvimos un solapamiento de los que duelen en la escaleta del festival: Arde Bogotá y Alizzz. Fue una difícil decisión, pero nosotros nos quedamos con los cartagineses, a los que el Escenario Satélite se les quedó muy pequeño. «Coincidir con Alizzz ha sido un poco putada, algunos queríamos verlo, pero bueno, al final nos hemos juntado gente», nos contaban los Arde tras el concierto.
Un público de todas las edades
No era raro encontrarse a pequeños melómanos correteando por todo el recinto de En Órbita. En varios conciertos como el de Arde Bogotá pudimos ver a unos cuantos padres con sus niños, que se sabían las canciones al pie de la letra. Y es que la música es el mejor reclamo para unir a todo tipo de gente, como el público de En Órbita, que durante los dos días fue todo un arcoíris de buena onda y ganas de diversión.
El festival llegaba a su fin con las actuaciones de Sen Senra y La M.O.D.A., uno de los platos fuertes de esta quinta edición. Momentos antes de la actuación de los burgaleses, la organización quiso trasladar en boca del periodista Daniel Martín unas palabras de homenaje y recuerdo a un referente de la cultura musical granadina, el músico y periodista Enrique Novi, fallecido unas horas antes.
Tras la exitosa actuación de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, llegó el turno para Ladilla Rusa, encargados de cerrar el festival por todo lo alto con su Costumbrismo mágico cargado de las mejores coreografías de orquesta de pueblo mezcladas con los pasos de cualquier rave a altas horas.
Cerraba así un viaje espacial por la mejor música en directo, de la mano de un festival que ha logrado asentarse en la ciudad y ganarse al público granadino y foráneo. Por muchos más En Órbita y por muchos más despegues hacia ese exoplaneta que estamos valorando ir a colonizar. O irnos a 571-/9A.
