La madrugada del pasado 21 de mayo tuvo lugar uno de los grandes regresos televisivos del año: después de 25 años, la serie de David Lynch y Mark Frost regresaba a las pantallas en Movistar+ Series, con el propósito de continuar con la historia de Laura Palmer y el pueblo de Twin Peaks en una tercera temporada de 18 capítulos
Arrancaba con dos crímenes, aunque con la peculiaridad de la ausencia del propio pueblo y la banda sonora. Aunque aparecen lugares que nos resultan familiares, como la comisaría, en esta temporada vemos dos tramas ajenas a Twin Peaks, situadas en Las Vegas y Nueva York. Y no solo eso, sino que vendrá cargada de muertes.
Aun así, siguen presentes la intriga, la esencia del antiguo Twin Peaks, (se retoma la historia de Cooper, quien regresa al pueblo para investigar un nuevo caso), el miedo y la capacidad de llamar la atención del espectador, lo que ha hecho posible que la serie reviva tras más de dos décadas después.
Otro detalle son los personajes. A los creadores les ha sido imposible contar con ciertos personajes del antiguo reparto ya que algunos han fallecido en la vida real. Por esta razón, Mark Frost tuvo que asesinarlos también en la ficción, cuyas muertes cuenta en The Secret History of Twin Peaks (2016). Además de estos fallecimientos, cuenta los acontecimientos ocurridos a lo largo de los 25 años posteriores a la segunda temporada.
Además, Lynch ha dejado constancia de la situación actual pasados estos años, a través de expresiones reflexivas como “ahora no todo se puede decir en voz alta”.
Por el momento, si queremos seguir descubriendo las entrañas de esta historia, tenemos cita el próximo lunes 29 de mayo en Movistar+ o en Netflix, cuya plataforma ha estrenado ya los dos primeros capítulos.
