Para nadie el lograr enamorar a otra persona es un secreto, todo lo contrario, resulta complejo y requiere de mucha naturalidad para conseguir conquistar el corazón de la persona que queremos.
Tanto las mujeres como los hombres son y somos muy difíciles. Somos muy diferentes y acertar puede llegar a ser complicado. Según la propia RAE, el Diccionario de la Lengua Española, la palabra “seducción” se denota a la acción de atraer físicamente a alguien con el propósito de obtener de él o ella una relación, normalmente y la propia palabra lo dice, sexual.
La seducción y el como conquistar a una persona implica un conjunto de técnicas de acercamientos que tiene como principal objetivo crear una atmósfera de intimidad con una persona en concreto. Siempre, la seducción tiene que ser cosa de dos. No es no. Si es si. Mediante los gestos, palabras, caricias y roces, dos personas se sentirán cada vez más atraídas.
No todo es el cine. La seducción no es lo que aparece en las películas. Ni igual de sencillo ni igual de complicado. Siempre, esta seducción debe estar en toda relación de pareja. Una pareja, debe estar seduciéndose diariamente para mantener más viva que nunca su llama, la llama del amor.
Sin duda, la seducción puede llegar a ser un proceso tan divertido como ambas personas deseen y permitir vivir experiencias mágicas y placenteras que no tienen por qué ver con la cama. Puede llegar a convertirse en un hechizo que cautive tanto al seductor como a la persona que se encuentra siendo seducida. Ambas personas implicadas pueden vivir una situación de una gran tensión sexual.
Lo primero que hay que tener claro tanto a la hora de seducir a nuestra pareja como a la persona que nos guste es expresarle en todo momento lo que sentimos. Intercambiar palabras seductoras, excitantes e interesantes puede llegar a nutrir la confianza y acercarse más aún a esa persona especial.
Olvidarse de la rutina también es muy importante. Recurrir siempre a los comentarios o costumbres pasadas que funcionaron y dejar atrás la innovación puede ir en contra de la seducción. Sí deseamos recurrir a esas técnicas pasadas que funcionaron deberemos combinarlas con otras que no hemos hecho nunca y la otra persona crea que está experiencia nunca antes la había vivido, que es una experiencia novedosa.
Indispensablemente para mantener viva la pasión se debe buscar un espacio y un tiempo para estar a solas con nuestra pareja o persona especial. Disfrutar de única y exclusivamente de la compañía de la otra persona. Fortalecer el vínculo con esa persona. Tomarnos las manos, apoyar la cabeza en el cuerpo de la otra persona, mirarnos, apreciar el calor, el aroma, los gestos. Situaciones románticas como seductoras.
Dará igual el día, la espontaneidad premia más en una relación de pareja que los días especiales como son aniversarios o cumpleaños. Sin que lo espere la otra persona, realizar un detalle cuando nos apetezca y cuando nuestra pareja menos lo espere.
Resulta importante jugar con las mentes, vestirse con la ropa interior más sexy que se dispone y captar la atención de la pareja. Con una voz, se puede seducir y mucho cuando hay amor de por medio. Un masaje erótico garantiza seducción o la comida que nunca falla.
En conclusión, en una seducción lo que no puede faltar nunca es el experimentar sin temor a la obviedad. Correr ese riesgo de salir de la zona de confort atrae mucho más. Juegos de rol, nuevas posiciones, juguetes, etc.
