La mejor manera de conocer la situación actual de la mujer rural de primera mano es accediendo a testimonios reales. Mujeres que decidieron dedicar su vida al mundo rural de maneras diferentes.
María José Callón y Rosa Gallardo son mujeres entregadas al mundo rural, sin embargo se dedican a ello de dos formas muy distintas. Mientras Rosa se encarga del ámbito universitario y didáctico, María José se sitúa en una zona práctica y emprendedora, encargada de una empresa de productos naturales. Pero a ambas les une el gran interés por la inclusión de la mujer rural, su progreso y reconocimiento. Fueron galardonadas en la última edición de los ‘Premios XI de Mujeres Rurales’.
María José Callón García es una mujer emprendedora en el sector agrícola y Directora de Trasdeza Natur, empresa dedicada a la producción de productos vegetales ecológicos en Galicia. El pasado año fue galardonada con el tercer premio de excelencia a la innovación en la actividad agraria en los ‘Premios XI de Mujeres Rurales’. Su testimonio es relevante para conocer más sobre cómo se puede llegar a emprender una actividad de este sector siendo mujer.
P. Como mujer emprendedora en el ámbito rural, ¿con qué obstáculos de género se ha encontrado en su vida?
R. En muchas ocasiones me ha ocurrido que buscan la figura masculina como contacto. A la hora de contactar con proveedores, en ocasiones con clientes , en algunos casos con administraciones, tienes esa sensación de que si llamas tú no te hacen tanto caso. La pregunta que te hacen es preguntar por el jefe, el encargado…
P. ¿Considera que la desigualdad entre géneros sigue vigente en la actualidad dentro de este ámbito?
R. En las zonas rurales, y en concreto en la que me desenvuelvo (comarca del centro de Galicia) sí está bastante arraigada la masculinidad. Son “ellos” los que preferentemente pueden manejar la maquinaría, ser los titulares de la explotación, etc. A pesar de ello, y desde que he iniciado este proyecto de emprendimiento rural, sí estoy apreciando que son muchas las mujeres, que como yo, están emprendiendo y asumiendo las tareas de promotoras.
P. ¿Qué planes o tareas llevaría a cabo para lograr la promoción y progreso de la mujer rural?
R. Todos los planes y programas que tengan como finalidad dar visibilidad a los proyectos promovidos por mujeres, son importantes . Planes de formación dirigidos a mujeres rurales pero llevados al medio rural. En muchas ocasiones el problema es acceder a esa formación y al mismo tiempo conciliar. Desde el medio rural se pueden llevar a cabo infinidad de iniciativas en distintos ámbitos, en los que las mujeres pueden ser pilar fundamental, pero para ello es necesario mejorar ciertos servicios de una manera real, eficaz y competitiva.
P. ¿Qué creencias hay arraigadas en la sociedad sobre el papel que juega la mujer en el sector rural? ¿Piensa que son equivocadas?
R. Las mujeres de zonas rurales son vistas como las encargadas de los cuidados de hijos, familiares y también son las que se encargan de cosechar cultivos y cuidar ganado para alimentación. En contadas ocasiones perciben salario o acceden a los recursos con los que podrían incrementar su potencial.
Esa visión, ese papel secundario es una equivocación en un momento en que, debido al cambio climático, la globalización, las nuevas tecnologías, el papel de la mujer en el mundo rural puede reportar importantes beneficios, tanto desde el punto de vista económico como social.
P. ¿Qué diferencias ha experimentado en relación a la visión de la mujer rural cuando usted empezó en este mundo y actualmente?
R. Se aprecia un incremento en la concienciación. Son cada vez más las campañas, los programas de apoyo, los eventos relacionados con el papel de la mujer en el medio rural. Desde las Administraciones se comienza a invertir en las mujeres, a financiar proyectos promovidos por mujeres y a potenciar su función clave en el medio rural y su empoderamiento. De todos modos aún queda mucho por hacer.
P. ¿Qué consejos le daría a otras mujeres que tienen la intención de emprender alguna actividad de este ámbito?
R. Le aconsejo que aunque el camino es duro, es importante perseverar, luchar, formarse, buscar, no desistir… Son aspectos fundamentales para ir logrando frutos. Son muchas las oportunidades que presenta el medio rural, para ser lideradas por mujeres. Es muy satisfactorio comprobar la autonomía, la sostenibilidad, la autosuficiencia y la calidad de vida que se logra en el medio rural.
María José Callón es un claro ejemplo de emprendimiento y confianza plena en la valía de la mujer en el ámbito rural, es por ello que anima a todas aquellas mujeres a apostar por este mundo y sobre todo a ser perseverantes.
Rosa Gallardo Cobos, Directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba, fue galardonada en el año 2020 con el Reconocimiento Especial por la trayectoria vinculada a las Mujeres en el Mundo Rural debido a su dedicación en el desarrollo y progreso de la mujer en este entorno. Preocupada por la desigualdad de género en este sector y sobre todo por apostar por su visibilidad e inclusión:
P. ¿A qué cree que se debe la falta de progreso en la igualdad de la mujer dedicada al ámbito rural?
R. A pesar de que las mujeres son protagonistas indiscutibles en la producción agroforestal y agroalimentaria, así como en el mundo rural, existe aún mucho camino por recorrer para mejorar y avanzar en la presencia de la mujer en algunos ámbitos en condiciones de completa igualdad. Creo que no existe una única razón, sino que encontramos una mezcla de cuestiones de carácter social, cultural, formativas… que deben abordarse de forma coordinada.
P. ¿Cree que es necesaria una renovación desde la base en el ámbito rural de la actualidad para visibilizar el papel que juega la mujer en este sector?
R. Sin duda hay un problema de visibilidad del papel de la mujer en el medio rural, y ahí tenemos todos responsabilidad. Identificar referentes puede ser útil en esta búsqueda de una mayor visibilidad, mujeres que visibilicen la labor de grandes profesionales que trabajan con éxito en el desarrollo de proyectos agroforestales y agroalimentarios, en gestión de explotaciones, en industria agroalimentaria, en comercio internacional agroalimentario y también en universidades y en las propias administraciones públicas.
P. ¿Cuáles son los cambios más necesarios que se deben emprender en el sector para lograr la equidad entre hombres y mujeres que trabajan en la explotación agrícola y ganadera? ¿Cuáles son las principales quejas de las mujeres que trabajan en este ámbito?
R. A pesar de la complejidad y de las diversas dimensiones del problema, hay algunas cifras de la realidad del sector que nos permiten ser optimistas. Tal y como se desprende del estudio elaborado por el Área de la Mujer de COAG y la Confederación de Mujeres del Medio Rural (CERES), 7.213 mujeres se sumaron al sector agrario como jefas de explotación de 2009 a 2017. Este es un avance importante, ya que, en muchas ocasiones, a pesar de que las agricultoras comparten las tareas agrícolas de las explotaciones familiares, estas actividades no eran profesionalmente reconocidas. En enero de 2012 entró en vigor la Ley 35/2011 sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias para profesionalizar la actividad agraria de las mujeres.
P. ¿Considera que sigue habiendo problemas relacionados con los estereotipos marcados por la sociedad en cuanto a los papeles tradicionales de género dentro de esta profesión?
R. Se ha avanzado, pero se necesita seguir trabajando en esa dirección para incentivar la visibilidad, la presencia y el reconocimiento de la mujer en esta profesión.
P. Usted es Directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y De Montes de la Universidad de Córdoba, podría decir qué proporción de los alumnos que estudian los grados impartidos en este centro son mujeres? ¿Qué opina sobre esto? ¿Piensa que las instituciones españolas empatizan y responden ante la problemática de género en este sector?
R. En general, la presencia de la mujer en las profesiones STEM relacionadas con el sector primario es sin duda mucho menor de lo que debiera ser. En el caso de la Ingeniería agronómica y la Ingeniería forestal, aunque las cifras varían de unos centros universitarios a otros, las mujeres representan entorno al 35% del total de los estudiantes de estas titulaciones. Esta presencia minoritaria de la mujer se observa en todos los estudios de Ingeniería de forma generalizada, donde solo el 24% de los nuevos estudiantes en la rama de ingeniería y arquitectura, fueron mujeres en nuestro país.
Es imprescindible, por tanto, la puesta en marcha de estrategias efectivas que incentiven la formación de mujeres profesionales en estos ámbitos de la Ingeniería, para poner a disposición de este sector todo el talento necesario para acometer con garantías los grandes retos de futuro que se presentan.
P. ¿Qué mensaje le transmitiría a aquellas mujeres que estén interesadas en dedicar su vida a actividades agrarias, agroalimentarias, ganaderas, forestales…?
R. Ojalá haya muchas mujeres que decidan dedicar su vida profesional a este sector, porque los retos profesionales que se presentan son enormes y asociados todos ellos a grandes problemas globales de la sociedad hoy en día: alimentación, uso eficiente del agua, adaptación y mitigación del cambio climático, el relevo generacional, el despoblamiento de los territorios rurales y por supuesto la transformación digital. Necesitamos poner a disposición de este sector todo el talento necesario para acometer con garantías los grandes retos de futuro que se presentan. La sociedad y el sector las necesita. Mi mensaje es que no nos pongamos límites, que soñemos alto y que con esfuerzo, trabajo y rigor se puede llegar donde queramos llegar.
Los anteriores testimonios afirman los logros en la concepción y valor de las mujeres que trabajan en el campo. El Día Internacional de la Mujer Rural es el 15 de octubre, día en el que se conmemora la labor que más de 1.600 millones de mujeres realizan en el medio rural de todo el mundo, motor de crecimiento y desarrollo económico mundial. El 8M también es su día, están más presentes que nunca, porque el legado de la mujer rural está vivo y cada vez es más visible.
