Las próximas elecciones en Italia serán el 4 de marzo, fecha en la que la coalición de derechas formada por Forza Italia y Liga Norte, podría convertirse en el nuevo presidente del país durante los siguientes cinco años
Los partidos de extrema derecha han ido cogiendo fuerza durante estos últimos meses en Italia. Liga Norte se postula como la opción mayoritaria en intención de voto, que podría hacerse con el poder gracias a los apoyos de Forza Italia que cuenta con el respaldo de Silvio Berlusconi.
Berlusconi abandonó forzosamente la política tras ser obligado a dejar su asiento en el Senado italiano tras 20 años, tras ser acusado de fraude fiscal. El exministro italiano reapareció en la escena política del país con más de 81 años. La victoria de su partido en las elecciones locales sicilianas por más del 40% de los votos fue un golpe durísimo para el resto de las formaciones políticas de Italia y supuso un gran impulso a Forza Italia, que ha gobernado con el apoyo de Liga Norte en varias legislaturas. Berlusconi ha recurrido al Tribunal de Derechos Humanos para volver al poder.
El estancamiento económico que sufre Italia podría darle el poder a la derecha más reaccionaria: Liga Norte se proclama como un partido antiinmigración y anti-UE. Un mensaje que, como hemos visto en varias de las elecciones de otros países europeos celebradas hace poco, va calando en las sociedades y supone un fuerte conflicto en el seno de la Unión Europea.
En las encuestas de estimación del voto, ocupa un segundo lugar el Movimiento 5 estrellas (M5S), autodefinido como «libre asociación de ciudadanos», y no un partido tradicional al uso. El M5S se da a conocer como un movimiento ecologista, anti-euro y parcialmente euroescéptico. Aboga por la democracia directa financiada por pequeñas donaciones privadas y no a través de fondos públicos, el libre acceso a Internet.
El Movimiento 5 Estrellas afronta su peor crisis a solo 20 días de las elecciones de Italia. El partido, fundado sobre el combate a la corrupción ha descubierto fraude de al menos 1,4 millones de euros, provocado, en parte, porque varios de sus miembros aseguraron haber devuelto falsamente parte de su retribución pública; como deben hacer, según los estatutos del partido.
El Partido Demócrata, de centro-izquierda, se sitúa en tercer lugar en intención de voto. La formación que gobierna actualmente en coalición con Alianza Popular (derecha), baja en los sondeos cada vez más.
El partido de Matteo Renzi vive disputas internas y parece improbable que logre alcanzar ningún acuerdo preelectoral con grupos minoritarios de izquierdas, que lo han acusado de ubicar al PD demasiado lejos de la izquierda.
Los analistas políticos auguran un bloqueo en el país, ya que ningún partido logra obtener el 40% suficiente para poder formar gobierno en Italia.
