En las elecciones generales del 28 de abril se plantean muchas incógnitas. La que ronda la cabeza de casi todos los votantes es el papel que jugará Vox en el nuevo gobierno de España tras su irrupción en el Parlamento Andaluz con 12 escaños. La formación liderada por Santiago Abascal cuenta en su programa electoral con 100 medidas para lograr una España ‘viva’.
Vox ha utilizado como eje central de su campaña la defensa de la unidad de España, apelando al patriotismo y al ‘español de bien’. La agrupación de Abascal plantea suprimir tanto las autonomías como el Senado, así como ilegalizar los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la unidad territorial de la Nación. Vox exige “la devolución de Gibraltar” y resalta que las lenguas cooficiales que existen en España deben ser asignaturas optativas, de esta forma asegura que el español como lengua oficial debe primar siempre.
En temas tan controvertidos como la inmigración, la formación de Santiago Abascal lo tiene claro. Vox asegura que los inmigrantes ilegales serán deportados a sus países de origen, de esta forma pretende acabar con el ‘efecto llamada’. Para la agrupación de Abascal no todos los inmigrantes son iguales ya que realiza distinciones en función de su nacionalidad. Vox aboga por establecer “cuotas de origen privilegiando a las nacionalidades que comparten idioma e importantes lazos de amistad y cultura con España” aunque no le tiembla el pulso al hablar de la construcción de un muro en Ceuta y Melilla.
La formación de Santiago Abascal posee su propia interpretación de la historia de España. Vox habla de “homenajear conjuntamente a todos los que, desde perspectivas históricas diferentes, lucharon por España” y exige la derogación inmediata de la Ley de Memoria Histórica. Las víctimas del terrorismo “separatista e islamista” y las provocadas por la banda criminal ETA aparecen en el programa electoral de Vox al reseñar que se debe “crear un memorial de las víctimas del terrorismo” y “depurar responsabilidades junto con endurecimientos de las penas a los condenados.” En contraposición, las ayudas a las víctimas de la dictadura franquista brillan por su ausencia.
En lo referente a la religión, solo aparece en dos puntos del programa. Se insta a crear una Agencia para ayudar a las minorías cristianas amenazadas en otros países y se excluye el islam de la enseñanza púbica. Otras propuestas significativas son “La derogación de la Ley de la Violencia de Género por una ley que regule la violencia intrafamiliar”, “la protección de la tauromaquia y la caza como patrimonio cultural español” y “suprimir en la sanidad pública las intervenciones quirúrgicas ajenas a la salud(cambio de género, aborto…)”.
