Tras la celebración de los caucus de Iowa y New Hampshire, el liderazgo de Trump en el Partido Republicano parece incuestionable. En el Partido Demócrata los comicios dan el liderazgo momentáneo a Buttigieg frente a Sanders.
Los comicios de Iowa (3 de febrero) y de New Hampshire (11 de febrero) han proclamado un secreto a voces en el Partido Republicano: Donald Trump no tiene competidor en este momento. Su liderazgo es incuestionable, habiendo ganado por mayoría absolutísima en ambas elecciones. Su candidatura ha conseguido aunar a todos los compromisarios en juego, salvo uno, conseguido por su principal adversario republicano Bill Weld. Salvo catástrofe presidencial, se pronostica que los resultados varíen escasamente hasta la Convención Nacional del Partido Republicano de finales de agosto de 2020.
Caso contrario encontramos en el Partido Demócrata. Los aspirantes a desalojar a Donald Trump de la Casa Blanca mantienen una dura y reñida pugna entre los candidatos a presidenciables. Si en Iowa salió vencedor Pete Buttigieg, en New Hampshire el vencedor fue su oponente Bernie Sanders. Los expertos afirman, sin embargo que en este momento Buttigieg tiene una posición favorable respecto a Sanders, más favorable de lo que las elecciones demuestran. A pesar de haber ganado en New Hampshire, a Bernie Sanders se le presuponía una victoria bastante más holgada debido a su relación con el estado y sus históricos buenos resultados en él. Sin embargo, Buttigieg ha sabido mantener el tipo y disputar una segunda plaza competitivamente en New Hampshire. Esto le ha valido a Pete Buttigieg para mantenerse a la cabeza en la carrera por el liderazgo del Partido Demócrata con 23 delegados, frente a los 21 de Bernie Sanders que le pisa los talones.
En el Partido Demócrata, se presentan otras opciones electorales, aunque por el momento con escaso seguimiento. Es el caso de Warren (con 8 delegados), Klobuchar (7 delegados) o Joe Biden (con 6 delegados). De los tres restantes en la pugna, la gran decepción está siendo Joe Biden al que se le presuponía que fuera a encabezar el Partido Demócrata, frente a Bernie Sanders.
Las primarias en ambos partidos solo acaban de empezar, pero estos primeros comicios pueden representar una tendencia lógica para todo el proceso electoral. Frente al liderazgo incuestionado de Trump, encontramos un Partido Demócrata fragmentado. La disputa entre Buttigieg y Sanders será decisiva, aunque no excluimos que alguno de los restantes candidatos demócratas logre remontar, como es el caso de Joe Biden.
De cualquiera de las formas, este proceso en el que aún quedan en juego más de 4.000 compromisarios políticos se extenderá hasta principios de verano. Ambos partidos decidirán quién es el elegido para ser el candidato a la presidencia de Estados Unidos en la Convención Nacional que celebrarán en verano. El candidato a presidente por el Partido Demócrata tendrá cierta ventaja para preparar su candidatura, ya que la Convención Nacional de dicho partido se celebrará a mediados de julio de 2020, mientras que los republicanos celebrarán la suya a finales de agosto del mismo año.
