Pedro Sánchez comienza la campaña electoral en una Sevilla abarrotada. El PSOE llama al voto útil para acabar con el bloqueo el próximo 10-N.
«Decía la vieja guardia del partido que Sánchez no sudaba en los mítines». Hoy sí que ha sudado. Quizás porque, aunque los protagonistas sean los mismos, el ambiente se ha caldeado más que en los últimos actos del presidente en Andalucía. Sánchez se encontró con un espacio lleno de militantes que estallaban en calurosos aplausos para animar a su líder a escasos días de saber si saldrá reforzado de la repetición electoral. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, ha comenzado su la campaña electoral en Sevilla arropado por Susana Díaz, secretaria general del PSOE andaluz, la ministra María Jesús Montero como cabeza de lista por Sevilla, y Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla. Como ya es costumbre, Sánchez quiso volver a Sevilla para convencer a propios y ajenos de que debe ser Presidente del Gobierno. Así lo hizo en Dos Hermanas (Sevilla) para las primarias que le devolvieron a la Secretaría general del PSOE y lo repitió en abril al ganar por primera vez unas elecciones generales.
A sudar se ha puesto Pedro Sánchez en este mitin. Y más lo tendrá que hacer para superar los resultados de abril, según las últimas encuestas. Sánchez apelaba a una movilización de la militancia socialista y del electorado progresista para dar al POSE una mayoría estable que les permita formar gobierno en «menos de un mes». «Quien quiera estabilidad el 10-N, aquí está el PSOE», ha asegurado el líder socialista. “El 10-N no es una disyuntiva entre estabilidad o no, gobierno o no, esto es estabilidad sí o sí, gobierno sí o sí”. Sánchez afirmaba empatizar con aquellos que se plantean no ir a votar el próximo domingo, “especialmente después de tres elecciones, y una moción de censura», pero llamaba al voto masivo al único partido que tiene un proyecto político para España. “El principal problema político dicen que es el empleo, el cambio climático, la violencia de género, pero sin un gobierno no se puede solucionar» ha reflexionado Sánchez ante un auditorio ansioso por apoyar a su líder.
También ha tenido tiempo para hacer promesas electorales: derogará los aspectos más lesivos de la reforma laboral para que no vuelva a repetirse una sentencia del Tribunal Supremo que apruebe que las empresas puedan despedir a los trabajadores por acumulación de bajas, “lo que para este gobierno es inaceptable”. Además, aseguró que van a poner en marcha «el mayor parque público de vivienda para que los jóvenes puedan emanciparse».
Sánchez ha aprovechado para criticar a los partidos de la derecha y a Podemos. «El señor Iglesias dice que el PSOE después de cuarenta años y de haber impedido cuatro veces un gobierno socialista, que queremos pactar con el PP. Casado afirma que queremos pactar con la ultraderecha, que nos dijo que nuestros 140 años de vida eran historial criminal. Le voy a explicar a Rivera que el Plan Sánchez es el plan del PSOE».
Susana Díaz también ha pedido el voto masivo a los andaluces «para que no vuelvan a sufrir lo que sufrieron al perder la Junta de Andalucía». La abstención de los votantes progresistas fue clave para la pérdida del poder en el mayor feudo de los socialistas. Precisamente, a por el voto andaluz han querido acudir cuatro de los cinco principales líderes políticos. Sevilla siempre ha sido el gran reguero de voto del PSOE y Díaz ha querido movilizar el voto criticando al «falso patriotismo de la derecha. «Si fueran tan patriotas, como banderas tienen en los balcones, hubieran llamado a Pedro para ponerse a su lado. Porque eso es ser patriota de verdad. Lo que Pedro está pasando lo sabe él. Él vivió ponerse al lado de un presidente, y ahora no lo han hecho con él».
