El bastión del PP de Valencia ha sido el escenario elegido por el expresidente para plantar cara al partido de Abascal
Tradicionalmente la izquierda ha sido la más dividida en España. Múltiples marcas se presentaban a las citas electorales bajo unas siglas u otras, pero todas con un denominador común, el progresismo. Sin embargo, el actual panorama político preelectoral ha sido todo novedad para una derecha acostumbrada a verse unificada y fuerte bajo una marca concreta, la del Partido Popular.
José María Aznar, toda una institución en la formación que, pese a verse visto desplazado a un segundo plano desde que el Partido Popular perdiera en 2004 La Moncloa y Mariano Rajoy se hiciera con los manos del partido, en los últimos meses ha vuelto a tomar altura.
Desde un primer momento Pablo Casado aseguró que sería su modelo. José María Aznar, expresidente del Gobierno y presidente de FAES ha vuelto a la primera escena en un acto de precampaña en Valencia.
No aceptan lecciones
Concentrar el voto de la derecha en el partido del albatros es la gran misión que han encomendado desde Génova 13 a todos los feligreses. VOX es considerada la gran amenaza por el PP ya que observan impasibles cómo la formación de ultraderecha araña escaños y voto en las encuestas.
“A mí, mirándome a la cara, nadie me habla de una derechita cobarde” sentenciaba Aznar en Valencia retando a VOX frente a las continuas alusiones que Abascal ha lanzado como dardos envenenados al PP en los últimos mítines de campaña.
Cerca de medio millar, entre militantes y simpatizantes, han sido testigos de las palabras del expresidente comentando que “la autoridad moral, mi historia, la que se me reconozca, desde mis años y mi experiencia como presidente, y apelo a la responsabilidad del votante de centro derecha para que vote al PP y nada más que al PP«.
Incendiando Cataluña
Enfrentarse a los independentistas y poner fín a la “chulería” de la “pandilla de incompetentes que gobiernan Cataluña” es la gran labor a la que el PP debe hacer frente desde el Gobierno de la nación, según comentaba Aznar ante el auditorio siempre teniendo de manera inherente al PSOE en mente y descalificándolo como “un partido constitucionalmente no fiable”.
