Ángel gabilondo, la eterna esperanza del psoe

Tras una legislatura interrumpida por la convocatoria anticipada de elecciones y, tras meses marcados por la COVID-19, la dirección del PSOE ha vuelto a confiar en la figura de Ángel Gabilondo con el fin de conseguir la presidencia de la Asamblea de Madrid. El que ya fuera candidato tanto en las elecciones de 2015 como en las de 2019, se presenta de nuevo a unos comicios que, probablemente se acaben decidiendo por muy poco, tal y como han ido anunciando algunas de las encuestas electorales.

Isabel Díaz Ayuso ha sido una de las grandes protagonistas durante la pandemia tanto por sus partidarios, reivindicándose como la alternativa ante el gobierno central de Sánchez, como por sus detractores de la izquierda, que han señalado a la todavía presidenta por lo que consideran una mala gestión de la crisis sanitaria y económica. Durante todo este tiempo, la figura de Ayuso ha sido un tanto controvertida, tanto por sus acciones como por sus intervenciones en la Asamblea y en los medios de comunicación, algo que ha aprovechado la izquierda madrileña para hacer oposición a un Ejecutivo madrileño que no ha sido capaz de agotar la legislatura y ha preferido convocar elecciones ante los fantasmas de una posible moción de censura por parte del hasta entonces socio de gobierno, Ciudadanos.

En ese contexto, muchas de las críticas por parte de la izquierda no se han centrado únicamente en Díaz Ayuso, sino también en el líder de la oposición, Ángel Gabilondo, al cual se le achaca no cumplir el papel que le correspondía y haber estado ausente durante lo más duro de la pandemia. Esa falta de determinación y la incapacidad de ejercer presión sobre Ayuso, fue galopando a Mónica García, candidata de Más Madrid, como la diputada más activa en la oposición al gobierno de PP y Ciudadanos.

Las críticas recibidas y la pérdida de liderazgo de Ángel Gabilondo en la izquierda madrileña llegaron a poner en duda que este fuese el candidato para las elecciones del 4 de mayo, para las cuales, se rumoreó acerca de la posibilidad de que Margarita Robles se convirtiese en la candidata socialista. Sin embargo, la dirección del partido enseguida confirmó a Gabilondo como candidato. Quien ya ganase en 2019 busca ahora sumar con las otras dos fuerzas progresistas para lograr un cambio de color y de proyecto en la Asamblea de Madrid. Durante esta campaña, los responsables de comunicación del PSOE han sabido aprovechar las críticas para transformarlas en virtudes, tal y como hizo el propio candidato socialista en su primer spot electoral, definiéndose como «soso, serio y formal». Durante una campaña caracterizada por la crispación y amenazas, Ángel Gabilondo se ha conformado como un candidato atípico, sosegado, lo más alejado de cualquier tipo de polémica mediática, tratando de evitar siempre la bronca y el enfrentamiento.

El veterano político que fuera Ministro de Educación en la era de José Luis Rodríguez Zapatero, se presenta por tercera vez con el objetivo de acabar con casi 26 años de gobierno de Partido Popular en la Comunidad de Madrid. Esta vez, además de ese objetivo, la izquierda tiene como meta evitar que la ultraderecha esté presente en el Gobierno regional y para ello, los candidatos de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos deberán aunar sus fuerzas. El llamamiento de Ángel Gabilondo tanto a Mónica García como a Pablo Iglesias en el único debate electoral que se ha producido, escenifica la necesidad que tiene el PSOE, de la mano de Gabilondo, de mirar a su izquierda y pactar con el resto de fuerzas, que, por su parte, deberán dejar atrás los reproches al candidato socialista por su oposición, el cual, tiene la esperanza de convertirse en Presidente de la Comunidad de Madrid. ¿A la tercera irá la vencida?