Estas palabras de Christophe Deloire, secretario general de Reporteros sin Fronteras, vuelven a salir a flote.
Los nombres de David Beriain y Roberto Fraile se suman a la lista de periodistas españoles fallecidos en zonas conflictivas. Todo sucedió mientras rodaban un documental sobre la caza furtiva en Burkina Faso en colaboración con una ONG. Junto a un pequeño grupo, se dirigían hacia una Reserva Forestal cuando sufrieron la emboscada. Esta constaba de hombres armados en dos camionetas y alrededor de una decena de motocicletas. Tras una búsqueda, se dio con los cuerpos sin vida de los periodistas junto a los de un colaborador irlandés.
Ambos tenían una amplia experiencia como reporteros en zonas complicadas y con conflictos. David Beriain había trabajado en países como Irak, Afganistán, México, Colombia y Venezuela. Por su parte, el fotógrafo Roberto Fraile había llegado incluso a salir herido por el estallido de una Granada en Siria.
Varias asociaciones de periodistas, entre ellas Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), han guardado un minuto de silencio en honor de los compañeros asesinados. El Presidente de la sección española de RSF, Alfonso Armada, declaraba: «David Beriain solía decir que ningún reportaje vale una vida humana. Sin embargo, él que era muy cauto, pero muy valiente, ha encontrado la muerte contando una buena historia»
La lucha por la información
Sin embargo, estos asesinatos no se tratan de casos aislados. Según un balance anual realizado por RSF, en el pasado año 2020 hubo un total de 50 periodistas asesinados. De esta cifra, el 84% de estos profesionales habrían sido objetivos debido a sus investigaciones y trabajo. Alguno de estos casos presentan además una brutalidad extrema, tales como ser decapitados, cortados a trozos e incluso quemados vivos.
También preocupa la dinámica reinante donde de cada 10 asesinados, 7 lo son en países en paz. Los países más peligrosos para la profesión resultan ser México, Iraq, Afganistán, Pakistán e India. Desgraciadamente, en muy pocos casos se hace justicia. En el caso de España, estos nuevos casos elevan a 12 el número de reporteros españoles muertos en el ejercicio de su profesión (desde 1980).
En palabras de Christophe Deloire: «Una parte del público considera que los periodistas son víctimas de los riesgos de su oficio, pero cada vez sufren más ataques cuando investigan o informan sobre temas delicados. Lo que se ha debilitado es el derecho a la información, que es un derecho de todos los seres humanos».
