Los bebés tienen una piel muy sensible, por lo que hay que tener precaución con los tejidos de su ropa.
A pesar de ser desconocido para muchas personas, la ropa para bebés tiene una importancia crucial en el desarrollo del recién nacido. La piel del bebé es muy sensible. No solo hay que cuidar los productos de su higiene, es imprescindible cuidar que la ropa esté confeccionada con tejidos 100% naturales. La ropa ideal debe ser suave, sin costuras gruesas que dañen la piel. Por ello son muy importantes acudir a una tienda de zapatos para bebés especializada antes que adquirir estos en cualquier lugar.
Para que la ropa se le pueda cambiar con facilidad, conviene elegir prendas que se abran totalmente por delante o por detrás. Se debe empezar a vestir al bebé de arriba abajo. Se comienza con un body, sin ajustar en la parte de abajo. Una vez colocado el pañal, se tira del body hacia abajo y se abrocha.
Para el invierno una camiseta, un chaleco, pantalones y medias conforman la vestimenta perfecta en casa. En verano, la opción correcta es una vestimenta ligera conformada por una camiseta amplia de algodón o bodys que dejen al descubierto los brazos y piernas.
En el mercado hay muchos modelos de zapatos y otros calzados para los bebés que todavía no caminan, pero los expertos aconsejan que, durante su primer año de vida, los niños estén descalzos o solo con unos calcetines o patucos que les abriguen del frío.
Los bebés son muy atractivos para las marcas y empresas. Por eso, desde hace bastante tiempo, se han creado muchos productos para ellos. Sin embargo, una gran cantidad no es necesaria. Además, algunos pueden incluso ser dañinos para los niños.
De hecho, lo más recomendable es que antes de andar -durante su primer año de vida, o incluso un poco más-, los niños se mantengan descalzos o, en todo caso, con calcetines o zapatillas que les protejan del frío. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), «los pies del recién nacido tienen una almohadilla grasa en la planta que les confiere un aspecto gordito y aplanado» esa grasa plantar desaparece por lo general hacia los 12 meses de vida, momento en el cual «empieza a formarse el arco plantar o puente del pie». De modo que es el propio cuerpo el que parece indicar que es a partir de entonces cuando el calzado comienza a ser necesario.
Cómo deben ser los zapatos para bebés a partir del año de vida
partir de los 12-15 meses, el bebé supera esa etapa y comienza a andar y, por lo tanto, los expertos recomiendan el calzado infantil que pueden llevar. ¿Cómo deben ser los zapatos o zapatillas para el bebé? La AEP apunta algunas características fundamentales:
- El calzado debe proteger y abrigar el pie, pero no aprisionarlo ni aislarlo de los estímulos externos. Por lo tanto, es importante que el niño mantenga el control de los estímulos internos (movimiento, equilibrio, postura) y un buen contacto de la planta del pie con el suelo, lo cual permitirá su normal desarrollo muscular.
- La suela del zapato tiene que ser antideslizante y flexible, para que el pequeño pueda doblar el pie al caminar. La parte delantera del calzado debe poder doblarse hacia arriba con facilidad.
- El calzado debe dejar libre la articulación del tobillo al caminar. Esto quiere decir que el contrafuerte trasero -el cual debe «aportar sujeción sin ser demasiado rígido»- tiene que llegar justo por encima del talón.
Si se siguen estas recomendaciones, nos aseguramos que el bebé crezca de la manera correcta, y que además esté seguro y protegido durante su crecimiento.
