El directivo de Ferrari continúa con su cruzada contra Liberty Media que pone contra las cuerdas a Chase Carey. El nuevo reglamento para 2021 y el límite presupuestario programado para 2019, las principales razones

El llamado «Pacto de la Concordia» que los directivos de la Fórmula 1 quieren implementar para la próxima temporada está sentando mal en algunos equipo. Ya vimos hace semanas el desacuerdo de Mercedes y McLaren, y desde que se propuso Ferrari ha amenazado con la ausencia de la escudería de Maranello en la máxima competición automovilística. Hasta ahora no era nada excesivamente serio, pero las declaraciones de Sergio Marchionne en el Salón del Automóvil de Ginebra han puesto patas arriba a todo el paddock.

Marchionne, en negociaciones con el equipo Rahal de Indycar

El pasado 9 de marzo, Scuderia Racing, único equipo con vehículos Ferrari que participa en IMSA y en el campeonato norteamericano de resistencia, anunció un acuerdo con Rahal Racing para participar en la próxima edición de las 500 Millas de Indianápolis.

Una operación en la que según fuentes de «La Gazzetta Dello Sport» podría estar detrás Marchionne. El objetivo: presionar a Chase Carey y Liberty para eliminar esos cambios para la próximas temporadas. Además, el directivo italiano se cubriría las espaldas en caso de negativa por parte de los «mandamases» americanos teniendo a Ferrari en otra gran competición.

«¿Porque no hacerlo? Tenemos tradición y estamos pensando en ello. Considero a Gian Paolo Dallara un gran ingeniero italiano», fueron las palabras de Marchionne. El abaratamiento de costes con respecto a la Fórmula 1 actual (el chasis no es fabricado por la propia escudería) es algo que atrae a los de Maranello.

No es una novedad

Que Ferrari amenace con irse del Gran Circo no es algo nuevo: ya pasó en 1962 cuando la Scuderia no se presentó a las dos últimas carreras del campeonato y John Surtees se proclamó campeón del mundo a manos de un Ferrari privado. O en 1989, cuando «Il Commendatore» Enzo Ferrari impidió, de nuevo mediante amenaza de retirada, el cambio en el reglamento para 1989, dejando así los motores V12 Turbo que la FIA tenía previstos eliminar esa temporada.

Es posible que este tira y afloja no acabe con Ferrari fuera de la F1, pero el hecho de que se plantee deja una preocupación intensa en el aficionado de esta categoría. Y es que en cierto modo Fórmula 1 sin Ferrari no se entiende.