La diseñadora ha regresado con una nueva colección de joyas inspiradas en los distintos países que ha vivido, de ahí el exótico nombre propuesto: Nómada.
“Nómada” significa ir de un lugar a otro sin tener residencia fija, algo con lo que me identifico desde bien pequeña” explicaba la empresaria mediante un comunicado oficial. “Desde niña recorrí un sinfín de lugares y viví en diversos países, por lo que soy un poquito de cada uno de ellos y de ninguno a la vez. Soy una nómada con alma viajera y estar en constante movimiento es mi motivación”

Y es que las piezas de la nueva colección toman forma de lágrimas, pepitas y círculos de latón, trabajados artesanalmente con el fin de darles forma y luminosidad.
De esta manera el artesano ha intentado dejar su huella en cada una de las piezas, dando así valor al trabajo, único y diferente.
“Para llevarla a cabo mezclamos piedras en tonos tierra y negro como la Obsidiana, una piedra mágica y sagrada en México de origen volcánico, que representa el ímpetu y la pasión. El Ónix negro, una piedra protectora, de las más antiguas descubiertas en el mundo. El Ojo de Tigre, con su tonalidad ámbar que refleja una luz única y recuerda al ojo de los felinos, y del cual se dice en Sudáfrica que tiene el poder de reconducir al que está perdido. Y por último, el Jade Amarillo, originario de Asia y América Central, que tiene la virtud de mejorar los sueños”

Según la artesana, cada una de las piezas pretende llevar al que las lleva a un largo viaje a lugares remotos, representando el momento en el que uno se encuentra lejos de su hogar y se da cuenta a donde verdaderamente pertenece.