Yamaha necesita regresar a la primera fila. Después de una temporada con muchos altibajos, el equipo capitaneado por Maverick Viñales y Valentino Rossi tiene que dar un paso al frente.
La fábrica nipona de Yamaha necesita volver a la lucha por el Campeonato del Mundo, algo que se coloca como algo urgente para los intereses de la marca de los diapasones, huérfana de títulos desde la marcha de Jorge Lorenzo con dirección a Ducati. Este año lo volverán a intentar con un Maverick Viñales dispuesto a llevarse el título que parecía que tenía ganado al principio de la temporada pasada, y un Valentino Rossi que ansía el décimo título desde hace años.
Sin embargo, los tests de pretemporada no han revelado demasiado de las prestaciones de la máquina japonesa. Tailandia no es un circuito que le vaya precisamente bien a los dos pilotos de Yamaha, que han sufrido lo indecible para llevar a cabo buenos tiempos en uno de los nuevos circuitos del Mundial de la categoría reina.
Valentino Rossi, en busca de la ecuación perfecta
A pesar de ello, en Losail, como parte de las últimas pruebas de la pretemporada, ‘il Dottore’ ha demostrado un gran nivel y ha terminado segundo, justo por detrás de otra Yamaha. Un Rossi que tiene otra oportunidad de volver a sumar, y no restar. El de Tavullia necesita ganar de nuevo, ya que la pasada temporada, con el dominio de Márquez y Dovizioso, no fue capaz de llevar a cabo su buen nivel, en líneas generales. Además, la caída en Misano que le hizo perderse algunas carreras le perjudicó de forma clave para sus intereses por el Campeonato del Mundo.
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Maverick Viñales, el efecto globo
Por otra parte, está Maverick Viñales. El de Roses hizo una gran primera parte de temporada, en la que llegó a ser el líder del Mundial, con un excelente rendimiento, tanto del piloto como de la M1. Sin embargo, se contagió de los males de su equipo en la última parte de la campaña, y el español se estuvo peleando con la moto, con la electrónica más concretamente, de la que tuvo numerosas quejas a lo largo de las últimas carreras, siendo algo irregular en los últimos Grandes Premios.
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La piña de Yamaha
El trabajo en equipo es una de las tareas más importantes dentro del mundo del deporte. En el caso de la escuadra japonesa, más aún, ya que la M1, la que antaño era la moto más dominante de toda la parrilla de salida, no tiene tanta potencia ni tan buena electrónica para desafiar a la todopoderosa Honda o la incipiente Ducati en la lucha por el Campeonato del Mundo. Rossi y Viñales tienen que colaborar juntos si quieren ser el equipo que controle MotoGP.
Por otra parte, la temporada se puede poner de lo más complicada para Yamaha, ya que en pocos circuitos se va a sentir cómodo. En trazados como Silverstone, con muchas curvas y que sean completos, se van a sentir cómodos, mientras que los de rectas muy largas, como Austin, van a tener un quebradero de cabeza muy importante.
En conclusión, hay trabajo por delante dentro de los boxes del equipo azul. Tienen el mejor material humano dentro y fuera de la pista, y es extremadamente importante que sean capaces de sacar lo mejor de todos y cada uno de los miembros de la marca para ser de nuevo campeones.
Por Alex Martín (@alex_noblejas)
