Hay circuitos y circuitos en el Mundial de motociclismo. Hay algunos en los que la potencia de la moto es la clave para llevarse una victoria y dar un golpe en la mesa.
Sin embargo, en otros trazados en los que el factor humano, es decir, el piloto, es la única base en la que se puede basar el mejor rendimiento. Este trazado, el de Sachsenring, pertenece pura y duramente al segundo tipo de circuitos para el Mundial.
En uno de los circuitos más complicados de toda la competición, en la que predominan los giros a la izquierda, que son 10, siendo uno de los trazados que más a la zona de la izquierda se realizan. Mientras a la derecha solo hay 4 curvas, lo que supone una de las curiosidades de este circuito de 3.671 metros, que tiene dos grandes rectas: la de meta, y la del llamado ‘tobogán’, la zona más reconocida del circuito alemán.
El ’tobogán’, el mayor peligro
Tras una zona de varias curvas rápidas, en las que el piloto tiene que forzar la máquina para no dejar que la moto se le vaya de atrás y se caiga, llega el temido y admirado ‘tobogán’. Con una bajada de inclinación que es la mayor de todo el Campeonato del Mundo, el corredor tiene que estar con los siete sentidos, no con los cinco, ya que una caerse en esa zona puede suponer acabar con la temporada de más de uno.
Sin duda, quien ha domado mejor que nadie las complicadas curvas de Sachsenring ha sido Marc Márquez. El seis veces campeón del mundo venció hasta en ocho ocasiones entre todas las categorías, superando a Valentino Rossi, que le sigue con seis triunfos, siendo los rivales más acérrimos dentro del trazado que desde 1998 ha albergado uno de los Grandes Premios más grandes del mismo.
Por Alex Martín (@alex_noblejas)