Sevilla y Salzburgo arrancan la Champions League con reparto de puntos gracias los goles de penalti de Sučić e Ivan Rakitić
Tras muchos meses de espera volvía el público a las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán para disfrutar de la primera jornada de Champions frente al Salzburgo. De inicio y ante las molestias de Ocampos, Julen Lopetegui apostaba por el once de gala siendo el Papu Gómez quien sustituiría al extremo argentino.
En los primeros compases del partido, el conjunto sevillista buscaba llevar la iniciativa del encuentro mientras que los austriacos salían con mucho peligro al contragolpe con Adeyemi como referencia ofensiva.
La primera ocasión fue para los locales. Jesús Navas, que doblaba a Suso tras una fantástica jugada coral del equipo, ponía un gran centro para En-Nesyri que se marchaba fuera tras un remate poco ortodoxo del delantero marroquí. Sin embargo, no tardó mucho en llegar la réplica visitante. Gracias a una buena presión alta, Adeyemi recogía el balón en la frontal y tras una falta de Diego Carlos y una revisión de VAR, el colegiado pitó la pena máxima. No obstante, la joven promesa alemana erró desde los once metros la oportunidad de poner por encima en el marcador al combinado austriaco.
Tras el penalti fallado, los hispalenses se lanzaron hacia la portería rival en busca de un tanto que les permitiese abrir la lata. El Papu con una vaselina y En-Nesyri con un gran remate de chilena estuvieron muy cerca de poner el 1-0 en el electrónico. No obstante, cuando mejor estaba el conjunto sevillista llegó el segundo penalti para el equipo de Red Bull tras un agarrón innecesario de Jesús Navas a Adeyemi. Sucic no desaprovechó la oportunidad y puso por delante a los visitantes.
La segunda pena máxima hizo que las revoluciones del choque se multiplicasen. En un partido que se iba calentando por minutos, el Sevilla trataba de dar un paso al frente con sendos intentos de Suso y Diego Carlos cuando, en otra arrancada de Adeyemi, llegaba el tercer penalti para el Salzsburgo. Sucic se disponía de nuevo a lanzar pero esta vez, para el deleite de la afición sevillista que rugía en las gradas, el croata fallaba el lanzamiento.
La fiesta de los once metros no iba a quedar ahí. Cuando agonizaba la primera mitad y la lluvia caía con fuerza sobre el tapete de Nervión, El VAR avisaba al árbitro de un derribo de Wöber a En-Nesyri y, tras observar la revisión, el colegiado no dudó en señalar penalti. Ivan Rakitić engañó al portero y puso al 1-1 en el marcador para poner el broche final a una primera mitad de locura.
Julen Lopetegui movió ficha al descanso para introducir a Ocampos y Delaney en detrimento de Suso y Jordán para tratar de poner fin al descontrol y tranquilizar el encuentro. Pero si la primera mitad fue un ida y vuelta constante, la segunda no iba a ser menos. Bono realizaba una parada espectacular a un remate de primeras de Sesko y, en la siguiente jugada, el colegiado enseñaba la segunda cartulina amarilla a En-Nesyri tras un claro piscinazo dentro del área. La expulsión y la superioridad numérica hicieron que los austriacos dieran un paso hacia delante y, tras una mala salida de Bono en un córner, Solet, que se encontraba solo y libre de marca, falló incomprensiblemente la oportunidad de poner el 1-2.
Tras aguantar las embestidas del Salzburgo y, pese a contar con un jugador menos, el Sevilla no perdió la cara al encuentro. Las salidas de Lamela y Rafa Mir al terreno de juego mejoraron la imagen de los andaluces y el propio Mir, por partida doble, estuvo muy cerca de poner el 2-1.
Con cuatro penaltis, un expulsado y un punto para cada equipo, el partido llegaba a su fin. Sevilla y Salzburgo firman tablas y arrancan su andadura en la Champions League con un empate a la espera del resultado del Lille-Wolfsburgo de esta noche.
